El resurgimiento del bombardero de agua Canadair marca un cambio significativo en la gestión de incendios forestales, especialmente en un contexto de aumento de temperaturas globales y extensión de las temporadas de fuego. Introducido originalmente a finales de la década de 1960, este avión anfibio fue diseñado minuciosamente para recoger y descargar agua directamente sobre incendios activos. Con el mundo enfrentando temporadas de incendios cada vez más severas, la demanda por estas aeronaves ha aumentado, lo que ha llevado a un renacer de su producción en Calgary, Alberta.
Tras una breve pausa en la producción, el regreso del Canadair es un claro indicador de cómo ha cambiado el panorama de la lucha contra los incendios. La frecuencia e intensidad de los desastres naturales hacen que la necesidad de recursos de extinción fiables sea más crítica que nunca.
La evolución del bombardero de agua Canadair
Lanzado inicialmente en los años 60, el Canadair fue una innovación pionera, diseñado específicamente para la lucha aérea contra incendios. A diferencia de otras aeronaves adaptadas para este propósito, el Canadair presentaba capacidades únicas que le permitían recoger y liberar agua de manera eficiente sobre los incendios. Durante décadas, fue un pilar en los esfuerzos de extinción, con alrededor de 160 unidades operativas a nivel mundial.
Sin embargo, la producción se detuvo en 2015, coincidiendo con una disminución de la necesidad de estas aeronaves debido a la compartición de recursos entre gobiernos. Este paréntesis en la fabricación se dio en un contexto donde los incendios forestales se volvían más grandes y frecuentes en diversas regiones. Todo cambió cuando De Havilland Canada adquirió los derechos del programa del bombardero en 2016, reconociendo la urgente necesidad de reanudar la producción.
Aumento de la demanda por aeronaves de nueva generación
Con el cambio climático intensificando las temporadas de incendios, el interés por los aviones Canadair de nueva generación ha resurgido. En el reciente Salón Aeronáutico de París, varios países europeos, incluyendo Francia, España e Italia, realizaron pedidos de 22 modelos avanzados. Se estima que la demanda global podría llevar a la incorporación de hasta 350 nuevas aeronaves.
Desafíos de producción y avances
Cada unidad de Canadair está compuesta por aproximadamente 50,000 piezas, la mayoría de las cuales se ensamblan meticulosamente a mano. Este enfoque artesanal en la fabricación significa que aumentar la producción para satisfacer la creciente demanda presenta desafíos significativos. Según los responsables de la empresa, se decidió modernizar el diseño existente en lugar de crear un modelo completamente nuevo. “Nuestra estrategia fue mantener las cualidades que hicieron exitoso al avión mientras mejorábamos sus capacidades,” explicó Jean-Philippe Cote, vicepresidente de mejora empresarial de De Havilland.
Si bien el contorno exterior permanece prácticamente sin cambios, se han realizado mejoras sustanciales en la cabina y la aviónica, garantizando que los pilotos cuenten con tecnología de vanguardia. El objetivo es combinar la fiabilidad probada del avión con avances modernos en operaciones de vuelo.
El impacto del Canadair en los esfuerzos de extinción
Reconocido por su eficiencia, el bombardero de agua Canadair se ha convertido en un símbolo de la lucha aérea contra incendios. Un piloto experimentado, Pierre Boulanger de Quebec, expresó su admiración por las capacidades de la aeronave, afirmando que “es el avión cisterna más eficiente disponible.” Cada bombardero puede recoger hasta 6,000 litros de agua en apenas 12 segundos, permitiendo respuestas rápidas y efectivas ante amenazas emergentes.
Precisión en acción
El diseño del Canadair permite a los pilotos realizar maniobras precisas incluso a bajas velocidades, un factor esencial al navegar en condiciones desafiantes. Boulanger destacó la capacidad del avión para realizar descargas cada dos minutos, siempre que haya una fuente de agua cercana. Esta eficiencia es crucial, especialmente tras las devastadoras temporadas de incendios en Europa y América del Norte.
A medida que la lucha contra los incendios forestales se intensifica, expertos y pilotos reconocen que la actual flota de bombarderos Canadair puede no ser suficiente. Boulanger comentó, “Siento que nunca tendremos suficientes Canadairs,” subrayando la naturaleza incesante de la gestión de incendios en una era de incertidumbre climática.
