Análisis del manifiesto de IA de Trump y su implicación en la libertad de expresión

El nuevo manifiesto de IA del gobierno de Trump plantea serias preocupaciones sobre la manipulación de la verdad en la inteligencia artificial.

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El 2 de noviembre de 2022, Nueva York fue el escenario de un evento crucial de Google sobre inteligencia artificial, donde se abordaron temas de IA responsable. Durante las presentaciones, los ejecutivos subrayaron la importancia de alinear la tecnología con nuestros valores humanos. Pero, ¿qué pasa cuando esta flexibilidad de los modelos de IA se convierte en un dilema? Por un lado, pueden ajustarse para reducir sesgos; por otro, pueden ser manipulados para servir a narrativas específicas.

¿Te imaginas el riesgo que esto implica si cae en manos equivocadas? Este es un tema delicado, especialmente en países con regímenes autoritarios como China. En Estados Unidos, la Constitución protege a los modelos de IA de interferencias gubernamentales, pero un reciente manifiesto de la administración Trump pone en entredicho este equilibrio.

El manifiesto de IA y su enfoque en la ‘verdad’

El miércoles pasado, la administración Trump lanzó un manifiesto de inteligencia artificial, un plan de acción que aborda uno de los temas más críticos para el país: la supremacía en IA.

Aunque el foco principal está en superar a China, hay una sección del documento que refleja más bien la estrategia del régimen chino. El gobierno de EE. UU. busca que los modelos de IA se alineen con la definición de ‘verdad’ que propone Donald Trump.

Aunque el plan de 28 páginas no menciona explícitamente esta intención, deja claro que es crucial desarrollar estos sistemas teniendo en mente la libertad de expresión y evitar que la política gubernamental interfiera con este objetivo.

Se enfatiza que la libertad de expresión debe prosperar en la era de la IA y que los modelos adquiridos por el gobierno federal deben reflejar la verdad de manera objetiva, en lugar de seguir agendas de ingeniería social. Pero, aquí viene la pregunta del millón: ¿verdad según quién? Además, el plan instruye al Departamento de Comercio a eliminar referencias a la desinformación y temas como la diversidad, la equidad y el cambio climático, lo que sugiere que aceptar el cambio climático podría ser visto como una agenda de ingeniería social.

Los desafíos constitucionales y la reacción de la industria

Ante este panorama, la administración Trump justifica su plan argumentando que los estadounidenses no quieren un modelo de IA influenciado por lo que ellos denominan ‘lunáticos marxistas woke’. La orden ejecutiva firmada por Trump, titulada ‘Prevención del AI Woke en el Gobierno Federal’, establece que el gobierno debe evitar regular la funcionalidad de los modelos de IA en el mercado privado, pero también deja claro que no debe adquirir modelos que sacrifiquen la veracidad por agendas ideológicas.

Las empresas de IA ahora enfrentan un dilema: ¿cómo cumplir con estas demandas sin comprometer su integridad? Hablando con un ingeniero de OpenAI, me comentaron que la compañía ya se esfuerza por mantener la neutralidad. Pero, esta es una cuestión que va más allá de lo técnico; se trata de un desafío constitucional. Si empresas como OpenAI o Google deciden minimizar el sesgo racial o reflejar los peligros del cambio climático en sus modelos, la Primera Enmienda podría proteger esas decisiones como un ejercicio de libertad de expresión.

Implicaciones a largo plazo y la respuesta de los legisladores

No se puede pasar por alto la orden ‘anti-woke’ del gobierno. La inteligencia artificial se ha convertido en un medio clave para consumir noticias e información. Un principio fundamental en Estados Unidos ha sido la independencia de estos canales de la interferencia gubernamental. La presión sobre las empresas tecnológicas para que se alineen con la narrativa del gobierno podría comprometer los principios de objetividad y pluralidad en los medios. El senador Edward Markey ha instado a los CEO de las principales empresas de tecnología a resistir la orden, advirtiendo que estas medidas crearán incentivos financieros significativos para que eviten producir discursos que incomoden a la administración Trump.

Desde la perspectiva de la administración, el objetivo es mantener una neutralidad verdadera y evitar que los contribuyentes financien modelos de IA que no reflejen una verdad objetiva. Sin embargo, si las empresas no se oponen a estas demandas, podríamos ver un alineamiento sistemático entre los modelos de IA y los discursos del gobierno. Esto podría limitar la diversidad de opiniones y la pluralidad en un espacio cada vez más crucial para la información pública. ¿Estamos dispuestos a sacrificar nuestra libertad de expresión por un modelo de IA que se ajuste a una narrativa única?

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Escrito por Staff

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