En el vibrante ecosistema de Silicon Valley, donde la tecnología se encuentra en constante evolución, Thomas Lee Young se destaca como un fundador poco convencional. A sus 24 años, dirige Interface, una startup ubicada en San Francisco que emplea inteligencia artificial para reducir el riesgo de accidentes en el sector industrial. Con un acento caribeño y un apellido chino, su singularidad no solo resulta entretenida en reuniones de negocios, sino que también refleja un trasfondo familiar que ha influido en su carrera profesional.
Nacido en Trinidad y Tobago, Thomas creció rodeado de plataformas petroleras y una cultura ingenieril arraigada en su familia. Desde su bisabuelo, quien emigró de China, hasta sus padres que trabajaban en el sector, su entorno lo preparó para enfrentarse a los desafíos del mundo industrial. Esta herencia se ha convertido en una de sus principales ventajas al abordar problemas complejos en la industria petrolera.
Un sueño marcado por dificultades
Desde muy joven, Young se obsesionó con la idea de estudiar en Caltech, una de las instituciones más prestigiosas en ciencia y tecnología. A partir de los 11 años, dedicó tiempo a investigar y aprender sobre Silicon Valley, inspirándose en programas que mostraban la capacidad de crear prácticamente cualquier cosa en Estados Unidos. Su esfuerzo dio frutos cuando fue aceptado en, pero la llegada de la pandemia de COVID-19 complicó su camino.
Los trámites para su visa se volvieron casi imposibles de gestionar debido a la cancelación de citas y procesos. Además, su fondo universitario, que había acumulado a lo largo de seis años, sufrió una drástica disminución por la caída del mercado. Ante estos contratiempos, tomó la decisión de inscribirse en un programa de ingeniería más asequible en la Universidad de Bristol, donde continuó alimentando su sueño de Silicon Valley.
Un paso hacia la innovación
Durante su tiempo en Bristol, Young tuvo la oportunidad de trabajar en Jaguar Land Rover, centrando su atención en la ingeniería de factores humanos. Este campo se enfoca en mejorar la experiencia del usuario y la seguridad en sistemas industriales. Su labor consistía en diseñar vehículos y líneas de producción que fueran lo más seguros posible. Sin embargo, fue en este entorno donde identificó un problema crítico: la falta de herramientas efectivas para gestionar la documentación de seguridad en el sector.
Las empresas dependían de documentos en papel desactualizados o sistemas mal diseñados que los trabajadores encontraban frustrantes. Young propuso una solución innovadora a su empresa, pero no recibió el apoyo esperado. Así fue como comenzó a gestar su salida y se enteró de Entrepreneur First, una incubadora europea que busca talentos antes de que tengan un cofundador o idea. A pesar de la baja tasa de aceptación, decidió aplicar y fue seleccionado.
El nacimiento de Interface
Durante su tiempo en Entrepreneur First, Young conoció a Aaryan Mehta, quien se convertiría en su cofundador y CTO. Mehta, un joven con una trayectoria similar, había enfrentado sus propios obstáculos durante la pandemia, lo que les permitió conectar rápidamente. Juntos, decidieron crear Interface, cuya misión es utilizar IA para auditar procedimientos operativos y mejorar la seguridad en la industria pesada.
Su enfoque se centra en la identificación de errores en manuales y protocolos, algo que puede ser crítico para prevenir accidentes. Por ejemplo, al implementar su sistema en una de las principales compañías energéticas de Canadá, Interface detectó más de 10,800 errores en solo dos meses, un proceso que manualmente habría requerido un tiempo y recursos exorbitantes.
Un futuro prometedor
Los contratos que han logrado asegurar son significativos, con ingresos anuales superiores a los 2.5 millones de dólares provenientes de una sola compañía. A pesar de que el mercado total es incierto, existe un amplio potencial en la industria, ya que en Estados Unidos hay aproximadamente 27,000 empresas de servicios de petróleo y gas. Esto representa una oportunidad considerable para Interface en su búsqueda por transformar la seguridad industrial.
A pesar de su juventud, Young ha encontrado en su experiencia una ventaja competitiva. Su forma de abordar la industria, a menudo percibida como conservadora, ha sorprendido a los ejecutivos más experimentados, quienes han llegado a apoyarlo tras comprender su visión y el impacto que su tecnología puede generar. Desde su hogar en San Francisco, Young continúa trabajando incansablemente para expandir su empresa y hacer realidad su sueño de un entorno industrial más seguro.

