Un nuevo estudio de la Universidad Chalmers de Tecnología en Suecia cuestiona la percepción común de que los e-scooters son más peligrosos que las e-bikes. Publicado en la Journal of Safety Research, el análisis muestra que, al comparar de manera justa, el riesgo de accidentes para los ciclistas de e-bikes es ocho veces mayor que para los usuarios de e-scooters, considerando la distancia recorrida en vehículos de alquiler en entornos urbanos.
Detalles del estudio
El informe se basa en un conjunto único de datos que involucra viajes realizados con e-bikes y e-scooters alquilados en siete ciudades europeas: Gävle (Suecia), Berlín y Düsseldorf (Alemania), y en las ciudades británicas de Cambridge, Kettering, Liverpool y Northampton. Los investigadores analizaron 686 accidentes relacionados con e-scooters y 35 accidentes con e-bikes. Aunque se reportaron más accidentes entre los e-scooters, esto se debe a su uso más frecuente, lo que indica un menor riesgo real de accidentes.
Marco Dozza, profesor de Seguridad Activa y Comportamiento del Usuario de la Carretera en Chalmers, comenta: “Cuando calculamos el riesgo basado en la distancia recorrida, descubrimos que los ciclistas de e-bikes tenían un riesgo de accidente ocho veces mayor que los usuarios de e-scooters. Este resultado nos sorprendió”. Este hallazgo representa un cambio significativo en la comprensión de la seguridad de estas modalidades de transporte.
Implicaciones para la movilidad urbana
El estudio subraya la importancia de realizar comparaciones justas sobre los riesgos de accidentes para que las ciudades puedan tomar decisiones informadas sobre la promoción de diferentes tipos de micromovilidad. Según los investigadores, las políticas urbanas a menudo han favorecido a las e-bikes, basándose en estudios previos que no diferenciaban adecuadamente entre los distintos tipos de bicicletas. Con datos más precisos, es probable que los responsables políticos reconsideren sus enfoques.
“Las investigaciones anteriores han subestimado gravemente la seguridad de los e-scooters en comparación con las e-bikes”, afirma Dozza. “Esto podría tener consecuencias importantes en cómo las ciudades regulan y planifican la micromovilidad. La creencia de que todos los tipos de ciclismo son más seguros que todos los tipos de e-scootering está siendo cuestionada”.
Recomendaciones y futuro de la investigación
Los investigadores sugieren que futuros análisis del riesgo de accidentes deben incluir datos de GPS y detalles precisos sobre cómo se utilizan los vehículos. Esto permitirá una evaluación más exacta y confiable de los riesgos asociados a cada tipo de transporte. Además, se enfatiza la necesidad de datos comparables de otras partes del mundo, especialmente aquellos que incluyan más trayectos en e-bikes para mejorar la fiabilidad estadística.
“Con datos más detallados, podemos tomar mejores decisiones sobre el transporte del futuro. Es importante que comparemos manzanas con manzanas”, concluye Dozza. Este estudio no solo ofrece una nueva perspectiva sobre la seguridad de los e-scooters, sino que también establece un estándar para futuras investigaciones en el campo de la micromovilidad.
