El entorno de escritorio KDE Plasma ha ganado popularidad entre los usuarios de Linux gracias a su estética atractiva y su flexibilidad. Elegir una distribución que complemente este entorno puede resultar un desafío, dado que hay muchas opciones disponibles. En este artículo, analizaremos dos distribuciones destacadas: Kubuntu y Fedora KDE Plasma.
Aunque podría parecer que KDE Plasma es el mismo en cualquier distribución, las diferencias sutiles pueden influir considerablemente en la experiencia del usuario.
Ambas distribuciones ofrecen características sobresalientes, pero una podría adaptarse mejor a tus necesidades. A continuación, exploraremos las particularidades de cada una.
Kubuntu: la opción amigable
Kubuntu se basa en Ubuntu, lo que le otorga beneficios significativos en términos de facilidad de uso. Utiliza el gestor de paquetes APT y tiene acceso a una vasta colección de aplicaciones. De hecho, existen laptops preinstaladas con Kubuntu, lo que destaca su rendimiento y accesibilidad.
Al ser parte de la familia de Ubuntu, Kubuntu cuenta con una gran comunidad de apoyo, abundante documentación y un soporte a largo plazo de hasta 15 años. Esto garantiza que los usuarios tengan acceso a un sistema estable y confiable. La versión de KDE Plasma que se incluye en Kubuntu es la 6.5.3, que opera sobre el sistema Wayland.
Actualizaciones y paquetes en Kubuntu
Una de las características que diferencia a Kubuntu es su ciclo de lanzamientos regulares.
Cada año, se pueden esperar dos actualizaciones significativas en los meses de abril y octubre. Este enfoque sistemático permite a los usuarios realizar actualizaciones de manera fluida, lo que es un gran punto a favor.
El sistema de repositorios de Kubuntu es otro aspecto atractivo, ya que incluye una amplia gama de aplicaciones disponibles para descargar. Además, se incorporan Snap packages, que son una forma de gestionar aplicaciones de manera universal.
Aunque algunos usuarios prefieren otras opciones, Snap ofrece una buena solución para instalar software, incluyendo programas propietarios.
Fedora KDE Plasma: la opción avanzada
Por otro lado, Fedora KDE Plasma se basa en Fedora y utiliza el gestor de paquetes DNF, lo que proporciona un control más avanzado sobre la instalación de software. Esta distribución se enfoca en la innovación y tiende a ofrecer versiones más recientes de las aplicaciones, lo que puede ser un beneficio para quienes desean estar al día con las últimas características.
Fedora KDE Plasma se inclina hacia el uso de Flatpak como su gestor de paquetes universal. Para utilizar aplicaciones de Flatpak, es necesario activar el soporte en la aplicación de tienda KDE Discover, lo cual es un proceso sencillo. Esto amplía considerablemente la selección de aplicaciones disponibles para los usuarios.
Rendimiento y apariencia en Fedora
Cuando se comparan las configuraciones de escritorio predeterminadas de ambas distribuciones, Fedora KDE Plasma presenta un diseño ligeramente más moderno. Viene con un panel flotante habilitado por defecto y, aunque la apariencia general de ambos entornos es similar, los detalles estilísticos pueden marcar la diferencia.
En cuanto a rendimiento, muchos usuarios han notado que Fedora KDE Plasma ofrece un ligero aumento de velocidad en comparación con Kubuntu. Esto se debe al continuo desarrollo de Fedora, que ha optimizado su entorno para que sea más eficiente. Sin embargo, ambos sistemas son bastante capaces y brindan una experiencia fluida.
