El mundo de las criptomonedas ha sido sacudido tras la condena de Do Kwon, un empresario surcoreano que fue sentenciado a 15 años de prisión en un tribunal federal de Nueva York. Esta decisión se produce después de que Kwon admitiera haber defraudado a inversores que adquirieron criptomonedas a través de su empresa, Terraform Labs. La caída de su proyecto, que resultó en la pérdida de 40 mil millones de dólares, marcó un punto de inflexión en la historia del mercado cripto.
El auge y la caída de Terraform Labs
Do Kwon cofundó Terraform Labs en 2018 junto a Daniel Shin, y rápidamente se convirtió en una figura prominente en el sector de las criptomonedas. En, la empresa lanzó su stablecoin, la TerraUSD (UST), que prometía estar vinculada al dólar estadounidense a través de un sofisticado algoritmo. Este mecanismo prometía que si UST caía por debajo de un dólar, los traders comprarían LUNA, la segunda criptomoneda de la empresa, para estabilizar su precio.
Este enfoque fue considerado innovador y atrajo la atención de muchos inversores.
El colapso de UST y sus consecuencias
Sin embargo, en mayo de, el sistema diseñado por Kwon falló estrepitosamente. Una venta masiva de UST provocó que su valor se desplomara, lo que desencadenó una serie de reacciones en cadena que terminaron con la quiebra de múltiples empresas en el ecosistema cripto. En un intento por frenar la crisis, Kwon tuiteó desesperadamente: “desplegando más capital—mantengan la calma”.
Pero su intervención fue en vano; el valor de UST y LUNA se desplomó, dejando a cientos de miles de inversores con pérdidas devastadoras.
Las repercusiones legales para Kwon
En agosto de, Kwon se declaró culpable de los cargos en su contra, que incluían fraude y mal manejo de fondos. El juez Paul Engelmayer, al dictar sentencia, destacó la magnitud del fraude perpetrado por Kwon, afirmando que su comportamiento había dejado un rastro de destrucción financiera.
Al ser invitado a hablar en el juicio, Kwon asumió la totalidad de la responsabilidad por sus acciones, agradeciendo a sus excolegas y mostrando una emotividad que contrastaba con su imagen de empresario exitoso.
La sentencia y su futuro
A pesar de que la fiscalía había solicitado una condena de 12 años, el juez decidió imponer una pena más severa como advertencia para futuros defraudadores en el mundo del cripto. “Este caso servirá como un recordatorio de lo que sucede cuando se comete fraude”, declaró Engelmayer. “A los próximos Do Kwon que piensen en hacer lo mismo, les advierto: perderán su libertad por mucho tiempo”. Kwon ahora enfrenta un futuro incierto, ya que será trasladado a una instalación temporal mientras se determina su ubicación a largo plazo.
Impacto en las víctimas
Las consecuencias del fraude de Kwon se sintieron profundamente en las vidas de muchos. Durante la audiencia, algunos de los inversores afectados compartieron sus experiencias desgarradoras. Tatiana Dontsova, una de las víctimas, relató cómo su inversión de gran cuantía en LUNA la dejó en un estado de depresión severa, y actualmente vive en las calles de Tbilisi, Georgia. Otro inversor, que había depositado los ahorros de toda su familia en UST, reveló que su esposa solicitó el divorcio tras el colapso de su inversión. “Nunca imaginé que una persona a la que nunca conocí podría destruir mi vida tan por completo”, comentó con tristeza.
En definitiva, la historia de Do Kwon es un claro ejemplo de cómo la ambición desmedida en el mundo de las criptomonedas puede tener consecuencias devastadoras. Si bien el futuro de Kwon sigue en la balanza, su legado será recordado como una advertencia sobre los peligros del fraude en este entorno volátil.


