La propuesta de control de chat, conocida como el escaneo de contenido sexual infantil (CSAM), ha vuelto a encender la polémica en el debate legislativo europeo. Con Dinamarca en la presidencia de la UE desde el 1 de julio de 2025, el tema ha tomado fuerza nuevamente. Este proyecto de ley busca imponer obligaciones de escaneo en los servicios de mensajería, incluso en aquellos que utilizan encriptación. Pero, ¿a qué costo? Muchos críticos advierten que esta medida podría representar una amenaza a la privacidad y seguridad de los usuarios.
Detalles de la propuesta de control de chat
La legislación, apodada como ‘Chat Control’, tiene como objetivo que todos los servicios de mensajería en Europa escaneen los chats de los usuarios en busca de contenido CSAM. Aunque la intención es proteger a los menores, esta iniciativa ha enfrentado una fuerte oposición desde su primera presentación en mayo de 2022. Desde entonces, no ha logrado el apoyo necesario para avanzar, siendo Polonia la última presidencia que decidió desestimar la propuesta.
Dinamarca, sin embargo, se mantiene firme en su apoyo a esta legislación. Existe la posibilidad de que se adopte una nueva versión de las reglas tan pronto como el 14 de octubre de 2025, siempre y cuando logren encontrar un consenso entre los países miembros. Aunque, por ahora, el Parlamento danés no ha revelado los detalles de las negociaciones en curso. Se espera que el 11 de julio se lleve a cabo una reunión clave donde los legisladores discutirán el futuro de esta propuesta. ¿Se alcanzará un acuerdo, o seguirá el estancamiento?
Implicaciones para la privacidad y la encriptación
Los críticos del control de chat advierten que las nuevas obligaciones de escaneo podrían debilitar las protecciones de encriptación. Esta tecnología es fundamental para aplicaciones de mensajería como WhatsApp y Signal, ya que convierte los mensajes en un formato ilegible y protege a los usuarios de accesos no autorizados. La versión inicial de la propuesta, que requería un escaneo indiscriminado de los mensajes privados, generó un fuerte rechazo y llevó a la Corte Europea de Derechos Humanos a prohibir cualquier intento de debilitar la encriptación en Europa.
Más adelante, en junio de 2024, Bélgica presentó un intento de modificar la propuesta, enfocándose únicamente en fotos, videos y URL. Sin embargo, este enfoque tampoco logró satisfacer las preocupaciones de la industria ni de los legisladores europeos, quienes lo consideraron coercitivo. En esta versión, los usuarios debían dar su consentimiento para que su contenido fuera escaneado antes de ser encriptado. ¿Realmente eso garantiza la privacidad?
El contexto y el futuro del control de chat en Europa
Las cosas se complicaron aún más con la propuesta de Polonia en febrero de 2025, que sugirió que el escaneo de chats encriptados fuera voluntario en lugar de obligatorio, clasificándolo como una medida de prevención. Aunque algunos expertos consideraron este avance como positivo, la inquietud por la vigilancia masiva persiste. A pesar de esto, los legisladores no lograron el apoyo necesario para avanzar con esta versión.
El gran desafío para Dinamarca es encontrar un compromiso aceptable para la mayoría de los países miembros. La opinión de Alemania juega un papel crucial en este proceso, ya que el nuevo gobierno aún no ha tomado una posición clara. Mientras tanto, el debate sobre la propuesta de escaneo CSAM sigue en pie, en un contexto de creciente interés por parte de la Comisión Europea en habilitar a las fuerzas del orden para descifrar datos privados de los ciudadanos para el año 2030. ¿Estamos realmente dispuestos a sacrificar nuestra privacidad por una supuesta seguridad?