A medida que los australianos dependen cada vez más de sus teléfonos inteligentes e internet para diversas actividades, desde la educación hasta situaciones de emergencia, la importancia de contar con telecomunicaciones confiables se vuelve crucial. Eventos recientes, como la interrupción del servicio Triple Zero de Optus, han evidenciado las graves consecuencias que pueden derivarse de fallos en la red, a veces con resultados trágicos.
Si bien a menudo asociamos los problemas de conectividad con áreas remotas, un análisis más detallado revela una tendencia preocupante: muchas comunidades suburbanas y regionales enfrentan desafíos significativos en este aspecto. El último informe del Defensor del Pueblo de las Telecomunicaciones señala que las quejas sobre conectividad han aumentado drásticamente, con un asombroso incremento de casi el 70% en los reportes de “sin servicio de teléfono o internet” y más del 25% para “cobertura móvil deficiente”.
El ‘missing middle’: una población olvidada
En nuestra exploración sobre inclusión digital, hemos identificado un grupo específico y desatendido que denominamos missing middle. Este término describe a las poblaciones que viven en áreas suburbanas y regionales que enfrentan problemas continuos de conectividad, a pesar de que, en teoría, deberían tener acceso a servicios de telecomunicaciones decentes. Estas personas se encuentran atrapadas en un vacío de políticas, a menudo ignoradas en las discusiones sobre acceso digital.
Más allá de la narrativa remota
Al hablar de conectividad en Australia, el enfoque suele centrarse en entornos remotos, como estaciones de ganado en el outback o comunidades indígenas. Sin embargo, nuestra investigación apunta a una realidad más matizada. Muchos residentes suburbanos encuentran barreras significativas para lograr un acceso a internet confiable, que pueden derivarse de deficiencias en la infraestructura local o factores sociales complejos. Esto indica que la geografía no es el único determinante de la calidad de la conectividad; algunas áreas remotas pueden tener mejor servicio que ciertos lugares suburbanos.
Por ejemplo, algunas personas necesitan múltiples tarjetas SIM para conectarse a diferentes redes poco confiables, o viven en zonas donde las redes urbanas no alcanzan a los suburbios recientemente desarrollados. Esta infraestructura fragmentada genera experiencias frustrantes para muchos usuarios, lo que resalta la necesidad de una comprensión exhaustiva de cómo varía la conectividad en Australia.
El impacto de la conectividad en la respuesta a desastres
La cuestión del acceso digital se vuelve cada vez más apremiante en el contexto de emergencias. Nuestra investigación realizada en 2023 subrayó que la conectividad continua en telecomunicaciones es vital durante las crisis. Los residentes a menudo dependen de plataformas en línea para compartir información sobre las condiciones locales, mientras que servicios de emergencia como Triple Zero son líneas de vida cruciales durante desastres. Posteriormente, las personas utilizan internet para buscar ayuda financiera y apoyo.
Desastres naturales, como ciclones, inundaciones e incendios forestales, afectan de manera indiscriminada tanto a áreas urbanas como regionales. Como resultado, las políticas de telecomunicaciones se han centrado en mejorar el acceso. Sin embargo, el acceso es solo una parte del problema más amplio que enfrentamos.
Experiencias reales de desafíos de conectividad
Entrevistas y grupos focales realizados entre 2021 y 2024 en diversas regiones de Australia han iluminado las luchas enfrentadas por individuos dentro del missing middle. Un participante de Gippsland compartió su frustración, afirmando: “Puedo estar en la calle principal de una ciudad regional y no tener señal.” Otro expresó su decepción por la falta de conectividad entre dos localidades, señalando: “Todavía hay zonas donde no tenemos señal.”
Aún los desarrollos urbanos no son inmunes a estos desafíos de conectividad. Un residente de un nuevo conjunto habitacional en las afueras de Melbourne reportó que su teléfono móvil “simplemente no era utilizable” debido a la mala cobertura. De forma similar, Dubbo, una ciudad importante en Nueva Gales del Sur, ejemplifica las dificultades que enfrentan las organizaciones de las Primeras Naciones, que lidian con conexiones lentas e inestables, obstaculizando su capacidad para servir a la comunidad de manera efectiva.
Progresos y desafíos persistentes
Se han logrado avances significativos para mejorar la conectividad en Australia. La finalización de la Red Nacional de Banda Ancha (NBN) en 2020 ha facilitado la introducción de más servicios de línea fija en áreas rurales, mientras que iniciativas gubernamentales como el Programa de Conectividad Regional y el Programa de Puntos Muertos Móviles han contribuido a mejorar la inclusión digital en muchas comunidades durante la última década.
Si bien a menudo asociamos los problemas de conectividad con áreas remotas, un análisis más detallado revela una tendencia preocupante: muchas comunidades suburbanas y regionales enfrentan desafíos significativos en este aspecto. El último informe del Defensor del Pueblo de las Telecomunicaciones señala que las quejas sobre conectividad han aumentado drásticamente, con un asombroso incremento de casi el 70% en los reportes de “sin servicio de teléfono o internet” y más del 25% para “cobertura móvil deficiente”.0
Si bien a menudo asociamos los problemas de conectividad con áreas remotas, un análisis más detallado revela una tendencia preocupante: muchas comunidades suburbanas y regionales enfrentan desafíos significativos en este aspecto. El último informe del Defensor del Pueblo de las Telecomunicaciones señala que las quejas sobre conectividad han aumentado drásticamente, con un asombroso incremento de casi el 70% en los reportes de “sin servicio de teléfono o internet” y más del 25% para “cobertura móvil deficiente”.1
