El 13 de septiembre de 2025, OpenAI y Microsoft dieron un paso significativo en su relación al anunciar un nuevo acuerdo. Aunque tentativo, este pacto genera inquietudes entre reguladores y defensores de la ética en la inteligencia artificial, debido a los cambios que implica en la estructura corporativa de OpenAI.
Detalles del nuevo acuerdo entre OpenAI y Microsoft
Según el anuncio de OpenAI, su organización sin fines de lucro, que supervisa la subsidiaria con fines de lucro, recibirá una participación accionaria de $100 mil millones en la corporación lucrativa. Este acuerdo se presenta como un avance hacia la próxima fase de colaboración entre ambas entidades, tal como lo han declarado.
No obstante, persiste la incertidumbre sobre si esta participación otorgará un control efectivo sobre la empresa. La estructura de OpenAI ha sido objeto de vigilancia por parte de las autoridades, quienes expresan preocupaciones sobre el impacto social de la inteligencia artificial. El Fiscal General de California, Rob Bonta, ha iniciado una investigación sobre la reestructuración financiera y de gobernanza propuesta, destacando la necesidad de proteger los activos caritativos destinados a su propósito original.
Bonta también expresó su inquietud sobre la seguridad de ChatGPT, tras una reunión con el equipo legal de OpenAI en Delaware, donde la empresa está incorporada. En sus declaraciones, enfatizó: «Estamos particularmente preocupados por asegurar que la misión de seguridad declarada de OpenAI como organización sin fines de lucro siga siendo central en su actividad.»
Impacto en la industria de la inteligencia artificial
Desde su fundación en 2015, OpenAI ha tenido como objetivo desarrollar inteligencia artificial que beneficie a la humanidad. Con el primer financiamiento de Microsoft de $1 mil millones en 2019, se estableció una relación que convirtió a Microsoft en el proveedor exclusivo de la capacidad computacional necesaria para el desarrollo de las tecnologías de OpenAI. Sin embargo, el nuevo acuerdo permite a OpenAI desarrollar su propia capacidad computacional, enfocándose en la investigación y el entrenamiento de modelos.
A pesar de estos avances, la relación entre Microsoft y OpenAI está en transformación. En un comunicado conjunto, ambas empresas indicaron que aún están «trabajando activamente para finalizar los términos contractuales en un acuerdo definitivo.» Esto refleja un cambio en la dinámica entre las dos compañías, que anteriormente estaban más alineadas en sus objetivos y estrategias.
Un aspecto crítico para el futuro de OpenAI es el concepto de inteligencia general artificial (AGI). OpenAI ha conferido a su junta directiva sin fines de lucro la responsabilidad de determinar cuándo sus sistemas de IA superarán a los humanos en la mayoría de los trabajos económicamente valiosos. Esto podría influir significativamente en los derechos de comercialización de Microsoft, dado que los términos anteriores solo aplican a la tecnología previa al AGI.
Reacciones y controversias
La reestructuración de OpenAI ha desencadenado controversias legales. Elon Musk, uno de los cofundadores de la organización sin fines de lucro, ha presentado una demanda para evitar que OpenAI asuma el control total de la empresa. Musk argumenta que OpenAI ha traicionado su compromiso de desarrollar inteligencia artificial para el beneficio de la humanidad, añadiendo complejidad a la situación actual.
Los próximos meses serán cruciales para observar cómo se desarrollará esta relación y las implicaciones que tendrá en el ámbito de la inteligencia artificial. Con las preocupaciones de los reguladores y la presión de las instituciones, OpenAI enfrenta un camino lleno de retos en su misión de equilibrar la innovación tecnológica con la responsabilidad social.