La inteligencia artificial legal puede no parecer el sector más atractivo de Silicon Valley, pero Harvey, bajo la dirección de su CEO Winston Weinberg, ha logrado captar la atención de los inversores más destacados de la región. Con una impresionante lista de patrocinadores, que incluye a gigantes como OpenAI, Sequoia Capital y Andreessen Horowitz, la empresa ha experimentado un crecimiento meteórico en su valoración, que ha pasado de 3 mil millones de dólares a 8 mil millones de dólares en menos de un año.
Fundada en San Francisco, Harvey no solo ha impresionado a los inversores, sino que también ha establecido un sólido portafolio de clientes, alcanzando más de 235 clientes en 63 países, incluyendo a la mayoría de las principales firmas legales de EE. UU. En agosto, la compañía superó los 100 millones de dólares en ingresos recurrentes anuales, una señal clara de su éxito en la industria legal.
El origen de Harvey
Winston Weinberg, quien comenzó su carrera como asociado en la prestigiosa firma O’Melveny & Myers, tuvo su primer encuentro con la inteligencia artificial a través de su compañero de cuarto, Gabe Pereyra, quien trabajaba en Meta. En un principio, utilizaban GPT-3 para actividades recreativas como Dungeons and Dragons, pero todo cambió cuando Weinberg se enfrentó a un caso legal sobre arrendamiento y comenzó a explorar el potencial de esta tecnología para transformar su trabajo.
El descubrimiento
Utilizando GPT-3, Weinberg y Pereyra desarrollaron un método de indicaciones encadenadas que les permitió abordar preguntas complejas sobre la ley de arrendamientos en California. Al presentar sus hallazgos a abogados especializados, se dieron cuenta de que un alto porcentaje de las respuestas generadas por la IA eran aceptadas sin modificaciones. Este momento fue clave para entender que la inteligencia artificial podría revolucionar la forma en que se realiza el trabajo legal.
El viaje hacia el éxito
Después de este descubrimiento, Weinberg y Pereyra decidieron contactar a Sam Altman y Jason Kwon de OpenAI mediante un correo electrónico. En una conversación memorable el 4 de julio de 2025, presentaron su visión. El resultado fue la inversión inicial del OpenAI Startup Fund, que les abrió las puertas a otros inversores ángeles, consolidando su posición en el mercado.
Lecciones aprendidas
A pesar de su inexperiencia en la industria de capital de riesgo, Weinberg atribuye su capacidad para recaudar fondos a su enfoque en hacer que la empresa prosperara. Según él, la clave para atraer inversores es dedicar tiempo a construir un negocio sólido y buscar socios que compartan la visión a largo plazo.
Desafíos técnicos y crecimiento de la plataforma
A medida que Harvey continúa creciendo, enfrenta retos significativos, especialmente en la creación de una plataforma multijugador que permita la colaboración entre abogados internos y externos. Esto incluye la gestión de muros éticos y la permisión de datos, un aspecto crucial cuando se trabaja con múltiples jurisdicciones y regulaciones de privacidad.
En el último año, Harvey ha visto un cambio en su base de ingresos, donde el 33% proviene de corporaciones, en comparación con el 96% de firmas legales al inicio. Esta evolución se debe a la colaboración con firmas que ayudan a presentar soluciones a sus clientes corporativos, creando un ecosistema de trabajo colaborativo.
Uso de la plataforma por parte de los abogados
Los abogados utilizan Harvey principalmente para la redacción, la investigación y el análisis de documentos. A medida que la plataforma se desarrolla, se están construyendo módulos específicos para áreas de práctica como fusiones y adquisiciones, y el crecimiento en litigios es notable debido a la necesidad de datos antes de realizar acciones legales.
El futuro de Harvey
Mirando hacia adelante, Weinberg se preocupa por el impacto de la inteligencia artificial en la formación de abogados junior. Su objetivo es que las firmas legales se enfoquen en formar a sus mejores talentos rápidamente, utilizando herramientas de IA para brindar retroalimentación en tiempo real, lo que podría revolucionar la educación legal.
Fundada en San Francisco, Harvey no solo ha impresionado a los inversores, sino que también ha establecido un sólido portafolio de clientes, alcanzando más de 235 clientes en 63 países, incluyendo a la mayoría de las principales firmas legales de EE. UU. En agosto, la compañía superó los 100 millones de dólares en ingresos recurrentes anuales, una señal clara de su éxito en la industria legal.0


