Un estudio innovador revela el potencial de las bicicletas de carga eléctricas para reemplazar significativamente los viajes en automóvil en diversas actividades familiares. Desde los traslados escolares hasta las compras del fin de semana, estas bicicletas se presentan como una alternativa viable y ecológica, transformando la percepción familiar sobre el ciclismo como un modo de transporte cotidiano.
La investigación, que involucró a 49 hogares en suburbios británicos mediante un programa de préstamo, destaca no solo la practicidad de las bicicletas de carga eléctricas, sino también su papel en fomentar un cambio cultural hacia una comunidad ciclista más inclusiva. El estudio fue realizado por un equipo de la Universidad Técnica de Eindhoven, Universidad de Brighton, Universidad de Leeds y Universidad de Oxford, y sus hallazgos fueron publicados en la revista Geoforum.
Adopción de nuevas normas e identidades a través de las bicicletas de carga eléctricas
La investigación indica que las bicicletas de carga eléctricas pueden satisfacer numerosas necesidades de transporte que tradicionalmente han sido dominadas por los automóviles. Estas bicicletas ofrecen una experiencia híbrida única, que combina la capacidad de transportar pasajeros con una conexión activa con el entorno. Clara Glachant, autora principal de la Universidad Técnica de Eindhoven, señaló: “Este ensayo demuestra que las bicicletas de carga eléctricas van más allá de ser meras novedades; se integran sin esfuerzo en las rutinas familiares diarias.”
Además, el estudio sugiere que el ciclismo con bicicletas de carga eléctricas puede cultivar una cultura del ciclismo tanto dentro de los hogares como en las comunidades. Este cambio tiene el potencial de redefinir las normas sociales sobre quiénes son considerados aptos para ocupar el espacio vial, aliviando así los sentimientos negativos hacia los ciclistas. Al desafiar la noción predominante de motonormatividad—la aceptación inconsciente del dominio del automóvil—, las bicicletas de carga eléctricas podrían ayudar a normalizar el ciclismo como una elección cotidiana.
Impacto en la comunidad y el medio ambiente
Según el Profesor Ian Philips de la Universidad de Leeds, quien supervisa el proyecto ELEVATE, el objetivo es identificar las demografías que más se beneficiarían del uso de bicicletas de carga eléctricas y otras formas de micromovilidad eléctrica. Comprender su impacto en las emisiones de carbono y el bienestar general es crucial. “La investigación de Clara ilumina cómo las bicicletas de carga eléctricas pueden encajar en el tejido cultural del transporte”, afirmó.
El Profesor Charlotte Deane, presidente ejecutivo del Consejo de Investigación en Ingeniería y Ciencias Físicas (EPSRC), enfatizó la necesidad de integrar la tecnología innovadora con una comprensión del comportamiento humano: “Esta investigación subraya que la transformación del transporte sostenible requiere un enfoque holístico que tenga en cuenta las elecciones y acciones de las personas en su vida cotidiana.”
Cambio de percepciones hacia el transporte de bajo carbono
Los hallazgos de la Encuesta Nacional de Viajes de 2024 revelan que, aunque un porcentaje significativo de los viajes cortos—el 81% de aquellos de menos de una milla—se realizan a pie, un notable 17% aún depende de automóviles o furgonetas. Para los trayectos de entre una y cinco millas, el 69% se realiza en automóvil, con solo un 19% optando por caminar y un escaso 6% utilizando autobuses. Esta tendencia continúa, con el 83% de los viajes entre cinco y diez millas completados en automóvil.
Fomentar el uso de bicicletas de carga eléctricas podría allanar el camino para reducir la congestión del tráfico urbano y disminuir las emisiones, mientras se promueven comunidades más saludables y conectadas. La investigación indica que la naturaleza predominantemente masculina del ciclismo en el Reino Unido podría transformarse, ya que las bicicletas de carga eléctricas ofrecen una opción más inclusiva para mujeres y niños, involucrándolos en el ciclismo utilitario.
Perspectivas futuras
Como ilustra el estudio, la transición hacia un transporte de bajo carbono va más allá de cambios en la infraestructura o avances tecnológicos. Implica una reevaluación cultural de cómo los individuos perciben su papel en el transporte. Al promover las bicicletas de carga eléctricas como una alternativa práctica y atractiva, existe el potencial de alterar significativamente la dinámica del transporte y fomentar hábitos más sostenibles dentro de las comunidades.
Para más información, consulte la investigación realizada por Clara Glachant et al, titulada Between or Beyond Bicycles and Cars? Navigating E-Cargo Bike Citizenship in the Transition to Sustainable Urban Mobility, publicada en Geoforum (2025). DOI: 10.1016/j.geoforum.2025.104416