La inversión en proyectos de centros de datos vinculados a la inteligencia artificial ha alcanzado cifras destacadas. Recientemente, empresas tecnológicas como Microsoft, Alphabet, Meta y Amazon anunciaron que sus gastos de capital para 2025 sumarán aproximadamente 370 mil millones de dólares, y se prevé que esta cifra aumente en 2026. Microsoft, por ejemplo, lideró las inversiones el trimestre pasado, destinando cerca de 35 mil millones de dólares, lo que representa el 45 por ciento de sus ingresos.
Este fenómeno de inversión en tecnología es notable, pues rara vez un área ha atraído tanto capital en tan corto tiempo. A pesar de las advertencias sobre una posible burbuja en el sector de la inteligencia artificial, la realidad es que este frenesí ya está impactando de manera significativa la economía de EE. UU. Según el economista de Harvard, Jason Furman, casi todo el crecimiento del PIB estadounidense en la primera mitad de 2025 provino de la inversión en centros de datos y tecnología de procesamiento de software.
El impacto en las bolsas de valores
El mercado de valores de EE. UU. ha experimentado un auge considerable, en gran parte impulsado por la inteligencia artificial. Desde el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2025, las acciones relacionadas con esta tecnología han representado el 75 por ciento de los rendimientos del S&P 500 y el 80 por ciento del crecimiento de ganancias, según el análisis de Michael Cembalest de JPMorgan. Sin embargo, surge la pregunta: ¿es este crecimiento sostenible, dado el fuerte gasto continuo de las empresas tecnológicas en infraestructura de inteligencia artificial?
A comienzos de este año, las principales empresas del sector financiaban sus proyectos de inteligencia artificial principalmente con efectivo acumulado. Derek Thompson, periodista financiero, destacó que las diez compañías más grandes de EE. UU. empezaron 2025 con márgenes de flujo de efectivo libre históricamente altos. Esto les ha permitido destinar miles de millones de dólares a la adquisición de GPUs de Nvidia y la construcción de nuevos centros de datos.
Las cifras de Alphabet y otros gigantes tecnológicos
El aumento en el gasto ha continuado a lo largo de 2025. Alphabet, por ejemplo, comunicó a sus inversores que sus gastos de capital este año podrían alcanzar hasta 93 mil millones de dólares, un incremento respecto a la estimación previa de 75 mil millones. Además, reportó un incremento del 33 por ciento en sus ingresos en comparación con el año anterior. ¿Está Silicon Valley en una trayectoria positiva?
No necesariamente. Existen indicios de que algunas empresas tecnológicas están utilizando estrategias contables que pueden embellecer sus estados financieros. Una porción considerable de la inversión en inteligencia artificial se destina a Nvidia, que actualiza sus chips cada dos años. Sin embargo, Microsoft y Alphabet proyectan que sus chips duren seis años, lo que podría complicar su rentabilidad si necesitan actualizarlos antes de lo previsto.
Consecuencias en el mercado laboral y el consumo energético
A pesar de las cifras impresionantes, algunas grandes empresas han tenido que buscar nuevas fuentes de financiamiento. Un ejemplo relevante es Meta, que recientemente anunció un acuerdo de 27 mil millones de dólares para desarrollar un conjunto de centros de datos en Luisiana. Este proyecto se estructuró a través de un vehículo de propósito especial, una estrategia que permite a las empresas evitar acumular deudas excesivas. Además, Meta también recaudó 30 mil millones de dólares en deuda mediante la venta de bonos corporativos.
La creciente demanda de capacidad de procesamiento ha llevado a que un solo centro de datos pueda albergar decenas de miles de GPUs, capaces de realizar billones de operaciones durante una sesión de entrenamiento de inteligencia artificial. Esta inmensa potencia de cómputo genera un calor intenso, lo que obliga a mantener los equipos a temperaturas seguras mediante sistemas de enfriamiento. Sin embargo, el aumento en la construcción de centros de datos también está ejerciendo presión sobre la red eléctrica de EE. UU.
Desafíos energéticos
Una de las principales inquietudes es que el país no está construyendo suficiente capacidad de red para acomodar todos los centros de datos que están surgiendo. Zachary Krause, analista energético de East Daley Analytics, advierte que es probable que muchas instalaciones sean construidas sin la electricidad necesaria para su funcionamiento, debido a la falta de recursos energéticos adecuados. Esto ha llevado a un incremento en los precios de la energía, especialmente en las comunidades cercanas a estos centros. Solo en la primera mitad de 2025, las empresas de servicios públicos de EE. UU. solicitaron aumentos de tarifas por casi 30 mil millones de dólares.
Mientras que el año pasado EE. UU. incorporó 49 GW de infraestructura energética renovable, China añadió 429 GW. Además, el gobierno chino ha implementado subsidios energéticos generosos para ayudar a empresas tecnológicas como ByteDance y Alibaba a reducir sus costos energéticos.
El futuro del empleo en la era de la inteligencia artificial
Este fenómeno de inversión en tecnología es notable, pues rara vez un área ha atraído tanto capital en tan corto tiempo. A pesar de las advertencias sobre una posible burbuja en el sector de la inteligencia artificial, la realidad es que este frenesí ya está impactando de manera significativa la economía de EE. UU. Según el economista de Harvard, Jason Furman, casi todo el crecimiento del PIB estadounidense en la primera mitad de 2025 provino de la inversión en centros de datos y tecnología de procesamiento de software.0
Este fenómeno de inversión en tecnología es notable, pues rara vez un área ha atraído tanto capital en tan corto tiempo. A pesar de las advertencias sobre una posible burbuja en el sector de la inteligencia artificial, la realidad es que este frenesí ya está impactando de manera significativa la economía de EE. UU. Según el economista de Harvard, Jason Furman, casi todo el crecimiento del PIB estadounidense en la primera mitad de 2025 provino de la inversión en centros de datos y tecnología de procesamiento de software.1
Este fenómeno de inversión en tecnología es notable, pues rara vez un área ha atraído tanto capital en tan corto tiempo. A pesar de las advertencias sobre una posible burbuja en el sector de la inteligencia artificial, la realidad es que este frenesí ya está impactando de manera significativa la economía de EE. UU. Según el economista de Harvard, Jason Furman, casi todo el crecimiento del PIB estadounidense en la primera mitad de 2025 provino de la inversión en centros de datos y tecnología de procesamiento de software.2


