En un entorno donde la competencia por liderar la revolución tecnológica es intensa, la innovación se ha convertido en un recurso esencial para la supervivencia de las empresas. Esta situación ha llevado a muchas organizaciones a adoptar culturas laborales más exigentes, incrementando tanto las horas de trabajo como la intensidad del esfuerzo. Sin embargo, este enfoque plantea un dilema significativo: ¿cómo pueden las empresas equilibrar la necesidad de ser competitivas con el bienestar de sus empleados?
Al observar la cultura laboral en el ámbito tecnológico, destaca el modelo de trabajo conocido como “996”, originado en China, donde los empleados laboran de 9 de la mañana a 9 de la noche, seis días a la semana. Este modelo ha comenzado a extenderse a otros lugares, como Silicon Valley, lo que invita a reflexionar sobre cómo se gestionan las horas de trabajo en otros países, especialmente en Corea del Sur, donde actualmente resido.
La normativa laboral en Corea del Sur
En Corea del Sur, la semana laboral estándar está limitada a 40 horas, permitiendo hasta 12 horas de horas extras, las cuales generalmente se remuneran a una tasa superior al 150% del salario regular. Las empresas que no cumplen con estas regulaciones pueden enfrentar sanciones severas, incluyendo multas y responsabilidad civil. Desde 2018, se implementó un límite de 52 horas a la semana para las grandes empresas y las instituciones públicas, y se espera que esta normativa se extienda a todas las empresas a partir del 1 de enero de 2025.
Excepciones y adaptaciones
A principios de este año, el gobierno surcoreano introdujo un programa que permite a los empleados trabajar más allá del límite de 52 horas con el consentimiento del trabajador y aprobación gubernamental, ampliando el límite hasta 64 horas. Sin embargo, a pesar de la posibilidad, informes de medios locales indican que solo un número reducido de empresas ha aprovechado esta excepción, especialmente en sectores de alta tecnología como los semiconductores.
Los inversores y fundadores de empresas tecnológicas en Corea del Sur han compartido sus perspectivas sobre cómo esta regulación de 52 horas por semana impacta sus negocios y proyectos de investigación y desarrollo. Yongkwan Lee, CEO de Bluepoint Partners, una firma de capital de riesgo, destacó que este límite representa un desafío considerable a la hora de tomar decisiones de inversión en sectores como la inteligencia artificial y la computación cuántica, donde las demandas laborales son intensas durante etapas críticas de crecimiento.
La respuesta de los empleados y la flexibilidad laboral
Un estudio reciente reveló que el 70.4% de los empleados en startups estarían dispuestos a trabajar 52 horas adicionales a la semana si recibieran una compensación adecuada. Bohyung Kim, CTO de LeMong, una startup que proporciona soluciones de inteligencia artificial a pequeñas y medianas empresas, argumenta que la normativa de 52 horas a menudo se siente más como una restricción que como una protección. Para los ingenieros, el trabajo se centra en encontrar soluciones a problemas complejos y la creatividad no siempre se puede encapsular dentro de horarios fijos.
Huiyong Lee, cofundador de LeMong, sugirió que una media mensual de horas trabajadas podría ser más efectiva que una estricta limitación semanal, argumentando que la intensidad del trabajo varía según la fase de desarrollo del proyecto. En períodos de lanzamiento de productos, la carga de trabajo puede aumentar considerablemente, lo que justificaría una mayor flexibilidad.
Comparativa internacional de regulaciones laborales
Para entender mejor la posición de Corea del Sur en el contexto global, es interesante comparar su límite de 52 horas con otras normativas laborales. En Alemania, el Reino Unido y Francia, las semanas laborales oscilan entre 33 y 48 horas. En Australia y Canadá, los límites son de 38 y 40 horas, respectivamente, con pagos obligatorios por horas extras. En Estados Unidos, la Ley de Normas Laborales Justas establece una semana laboral estándar de 40 horas, sin un límite en las horas totales de trabajo.
En China, la jornada laboral también se establece en 40 horas semanales, con un régimen de pago de horas extras que varía según el día de la semana. Japón tiene límites de 40 horas con restricciones adicionales, mientras que en Singapur, la semana de trabajo es de 44 horas con un límite considerable de horas extras. De este modo, el límite de 52 horas en Corea se sitúa en un punto medio, siendo más estricto que en Estados Unidos y Singapur, pero más flexible que en gran parte de Europa.
La presión por la innovación en el sector tecnológico es palpable, y las regulaciones laborales pueden influir significativamente en la capacidad de las empresas para competir. La búsqueda de un equilibrio entre las demandas del trabajo y el bienestar de los empleados resulta crucial para asegurar tanto la productividad como la sostenibilidad a largo plazo en este ámbito.