Recientemente, la periodista Karen Hao se vio envuelta en una controversia tras reconocer un error significativo en su libro sobre la inteligencia artificial, titulado Empire of AI. En su relato, Hao afirmaba que un centro de datos propuesto por Google en las cercanías de Santiago, Chile, podría requerir «más de mil veces» el agua consumida por toda la población local. Sin embargo, este dato, resultado de una confusión en las unidades de medida, estaba equivocado por un factor de mil.
Hao utilizó Twitter para agradecer a Andy Masley, líder de una organización de altruismo eficaz en Washington D.C., por señalar la inexactitud. Masley ha estado analizando con detenimiento las cifras y la retórica común en los medios sobre el uso del agua y la inteligencia artificial en su plataforma Substack. Su publicación más destacada, titulada «El problema del agua en la IA es falso», ha sido compartida por otros escritores influyentes en redes sociales, lo que ha amplificado su mensaje.
El crecimiento de la preocupación ambiental
A medida que aumenta la oposición tanto a nivel local como nacional hacia los centros de datos, también crecen las inquietudes sobre su impacto ambiental. Recientemente, más de 230 organizaciones ecologistas enviaron una carta al Congreso de EE. UU., advirtiendo que la inteligencia artificial y los centros de datos podrían estar amenazando la seguridad económica, ambiental y del agua de los estadounidenses.
Ante esta preocupación, la industria de la inteligencia artificial ha comenzado a defender su posición. En noviembre, los copresidentes de la Coalición de Infraestructura de IA, un nuevo grupo industrial, publicaron un artículo de opinión en Fox News donde abordaban los temores ambientales. En él, aseguraban que el uso de agua es «mínimo y a menudo reciclado, incluso menos que el de los campos de golf en EE. UU.». Uno de los autores, la exsenadora Kyrsten Sinema, está promoviendo un proyecto de centro de datos en Arizona que ha enfrentado oposición local, especialmente por preocupaciones relacionadas con el uso del agua.
Comprendiendo el uso del agua en centros de datos
El uso del agua en los centros de datos es un tema complejo y a menudo malinterpretado. Mientras que las emisiones de carbono representan un problema que debe ser abordado de manera uniforme, el consumo de agua tiene un carácter más matizado y varía según la ubicación. Un proyecto que podría ser desastroso para el suministro de agua en una región podría ser ideal para otra donde los recursos hídricos son abundantes.
Los expertos coinciden en que la comprensión pública sobre cómo los centros de datos utilizan agua es confusa. En muchos lugares, su consumo total no representa un riesgo tan grave como se piensa. Sin embargo, a medida que el número de centros de datos continúa aumentando en todo el país, y con la administración actual desmantelando las protecciones ambientales para fomentar el desarrollo, es crucial entender en qué se utiliza el agua y cómo se producen las estimaciones populares.
Desglosando el uso del agua por parte de la inteligencia artificial
Las estimaciones sobre cuánta agua se consume al usar un sistema de inteligencia artificial, como ChatGPT, a menudo parecen alarmantes; por ejemplo, un correo electrónico generado por IA podría consumir el equivalente a una botella de agua. Sin embargo, calcular tales cifras es más complicado de lo que parece, según indican los expertos.
En los centros de datos, el agua se utiliza principalmente para el enfriamiento. Los procesadores generan mucho calor, y circular agua a través de ellos es una manera efectiva de mantenerlos a temperaturas adecuadas. El agua que absorbe el calor se transfiere luego a torres de enfriamiento, donde parte de ella se evapora. La mayoría de las empresas optan por agua potable, ya que el agua salina puede dañar el equipo. Sin embargo, algunas grandes corporaciones están comenzando a utilizar aguas residuales tratadas.
La complejidad de las cifras y la transparencia
La cantidad de agua utilizada depende en gran medida del centro de datos específico. Al utilizar más agua, estos centros pueden evitar depender de sistemas de enfriamiento eléctricos, pero esto a su vez podría aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero. Existen tecnologías que podrían reducir el uso de agua y electricidad, pero su implementación enfrenta desafíos ambientales adicionales.
Las estimaciones sobre el uso del agua en la IA también incluyen el consumo indirecto relacionado con la generación de energía necesaria para operar los centros de datos. Estas cifras, a menudo mucho más altas que el uso directo en el sitio, son específicas de cada región y complican el análisis general del impacto hídrico.
Hao utilizó Twitter para agradecer a Andy Masley, líder de una organización de altruismo eficaz en Washington D.C., por señalar la inexactitud. Masley ha estado analizando con detenimiento las cifras y la retórica común en los medios sobre el uso del agua y la inteligencia artificial en su plataforma Substack. Su publicación más destacada, titulada «El problema del agua en la IA es falso», ha sido compartida por otros escritores influyentes en redes sociales, lo que ha amplificado su mensaje.0
Reflexiones finales sobre la sostenibilidad y el uso del agua
Hao utilizó Twitter para agradecer a Andy Masley, líder de una organización de altruismo eficaz en Washington D.C., por señalar la inexactitud. Masley ha estado analizando con detenimiento las cifras y la retórica común en los medios sobre el uso del agua y la inteligencia artificial en su plataforma Substack. Su publicación más destacada, titulada «El problema del agua en la IA es falso», ha sido compartida por otros escritores influyentes en redes sociales, lo que ha amplificado su mensaje.1
Hao utilizó Twitter para agradecer a Andy Masley, líder de una organización de altruismo eficaz en Washington D.C., por señalar la inexactitud. Masley ha estado analizando con detenimiento las cifras y la retórica común en los medios sobre el uso del agua y la inteligencia artificial en su plataforma Substack. Su publicación más destacada, titulada «El problema del agua en la IA es falso», ha sido compartida por otros escritores influyentes en redes sociales, lo que ha amplificado su mensaje.2
