A lo largo de la última década, el debate sobre el uso de la computación en la nube frente a la infraestructura en instalaciones locales ha sido intenso. Durante ese tiempo, la nube se estableció como la opción preferida, gracias a sus numerosas ventajas. Sin embargo, a medida que la inteligencia artificial (IA) avanza, muchas organizaciones están reevaluando si la nube sigue siendo su mejor alternativa.
Un reciente análisis de Deloitte señala que las infraestructuras diseñadas para una estrategia de nube primero no son suficientes para afrontar las exigencias de la IA.
Según los expertos de Deloitte, liderados por Nicholas Merizzi, estas infraestructuras actuales no están preparadas para los nuevos desafíos que presenta la economía impulsada por la IA.
Desafíos del enfoque en la nube
El informe de Deloitte subraya que los procesos que funcionan bien para empleados humanos no son efectivos para agentes de IA. Además, los modelos de seguridad concebidos para la defensa perimetral no son suficientes contra las amenazas que operan a velocidades de máquina.
Del mismo modo, los modelos operativos de TI diseñados para la prestación de servicios no impulsan la transformación empresarial que se requiere en esta nueva era.
La necesidad de un enfoque híbrido
Ante estos desafíos, muchas empresas están considerando una mezcla de opciones que combine la nube y el cómputo en instalaciones locales. Este enfoque híbrido se está convirtiendo en una estrategia popular, pues permite aprovechar la elasticidad de la nube mientras se mantiene la consistencia y el control que ofrecen las instalaciones locales.
Los analistas de Deloitte describen este movimiento como una transición de un enfoque de nube primero a uno más estratégico, que utiliza la nube para la elasticidad, las instalaciones locales para la consistencia y el edge computing para la inmediatez.
Aspectos a considerar en el cómputo híbrido
Milankumar Rana, exarquitecto de software en FedEx Services, apoya el uso de la nube para la IA, pero enfatiza la necesidad de mantener algunas aplicaciones en las instalaciones locales.
Según Rana, es fundamental considerar factores como la soberanía de datos, las regulaciones y la latencia extremadamente baja, que pueden hacer que la nube no sea la mejor opción.
Recomendaciones para la implementación
Rana sugiere que las empresas adopten una estrategia híbrida, manteniendo las cargas de trabajo sensibles o críticas en sus propias instalaciones, mientras utilizan la nube para la flexibilidad y la innovación. Esta combinación puede ofrecer una solución óptima que permita a las organizaciones adaptarse a las nuevas realidades del mercado sin comprometer la seguridad y el rendimiento.
A pesar de las ventajas que ofrecen las plataformas en la nube, como su robusta seguridad, es vital que las empresas asuman la responsabilidad de la seguridad y el cumplimiento normativo. Esto incluye garantizar que se cumplan las regulaciones de cifrado, acceso y monitoreo de sus datos.
El futuro del cómputo en la era de IA
Con el avance continuo de la inteligencia artificial y su creciente integración en los procesos empresariales, las organizaciones deben ser proactivas en la evaluación de sus infraestructuras de TI. La combinación del cómputo en la nube y en instalaciones locales no solo es una tendencia, sino una necesidad para adaptarse a un entorno empresarial en constante cambio.
Así, el futuro del cómputo parece inclinarse hacia un modelo híbrido, donde la flexibilidad de la nube se fusiona con la seguridad y la consistencia de las instalaciones locales. Este enfoque no solo facilitará la transición hacia la adopción de la IA, sino que también permitirá a las empresas mantener un control efectivo sobre sus operaciones y datos.
