La relación entre Elon Musk y Sam Altman ha evolucionado de la colaboración a la confrontación. Ambos cofundaron OpenAI, pero sus diferencias de visión han desencadenado un intercambio constante de críticas y acusaciones, especialmente en X, la red social creada por Musk.
El último capítulo de esta saga comenzó cuando Altman publicó en su perfil una serie de capturas de pantalla que documentan su frustrante intento de cancelar una reserva de un Tesla Roadster. Desde 2018, Altman había reservado este vehículo deportivo, pero tras más de siete años de espera, decidió solicitar un reembolso de la cuota de reserva de $50,000. Sin embargo, se encontró con que su correo electrónico no fue recibido. “Realmente estaba emocionado por el coche. Entiendo que haya retrasos, pero 7.5 años es un tiempo excesivo”, expresó Altman.
La historia detrás de la rivalidad
La narrativa de la discordia entre Musk y Altman se remonta a la fundación de OpenAI en, una organización sin ánimo de lucro destinada a promover una inteligencia artificial responsable. Sin embargo, la salida de Musk en 2018 marcó el comienzo de una serie de tensiones. Musk argumentó que la dirección que tomaba OpenAI se alejaba de sus principios de transparencia y código abierto, al convertirse en una entidad comercial más convencional.
Las acusaciones de Musk
Desde entonces, Musk ha desatado una serie de críticas hacia Altman, acusándolo de haber “robado una organización sin fines de lucro”. Esta crítica ha sido repetida en múltiples ocasiones. No solo se ha expresado en tuits, sino que también ha iniciado acciones legales y ha intentado diferentes estrategias para frenar los intentos de OpenAI de reestructurarse como una compañía con fines de lucro, proceso que se completó recientemente.
Además, Musk lanzó su propia startup de inteligencia artificial, xAI, que ha presentado demandas contra OpenAI y Apple, alegando que ambas compañías están coludiendo para limitar la competencia. Altman ha respondido a estas acusaciones, señalando que son “notables” y sugiriendo que Musk es el que realmente manipula su plataforma para beneficiarse a sí mismo y perjudicar a sus competidores.
Reacciones y futuros enfrentamientos
En una de sus respuestas más recientes, Musk insinuó que Altman omitió detalles en su relato, afirmando que la situación se había resuelto y que recibió su reembolso en 24 horas. “Pero eso es parte de tu naturaleza”, agregó Musk, lo que intensificó aún más el intercambio de palabras entre los dos. Estas interacciones han captado la atención pública y han generado un clima de expectativa sobre cómo se desarrollará esta rivalidad en el futuro.
Las implicaciones de estas tensiones
El conflicto no solo es personal; tiene repercusiones significativas en el ámbito tecnológico. Altman, en diversas entrevistas, ha indicado que la competencia con Musk podría expandirse a áreas donde tradicionalmente ha dominado, como Tesla y Neuralink. En una aparición reciente, Altman reconoció la influencia inicial de Musk en la creación de OpenAI, pero también expresó que sus sentimientos hacia él han cambiado drásticamente a lo largo de los años.
“Durante mucho tiempo lo admiré como un héroe increíble”, afirmó Altman. Sin embargo, añadió que ahora ve en Musk características que no respeta. Esta evolución en la relación de ambos refleja la complejidad de las dinámicas en la industria tecnológica, donde la colaboración puede rápidamente transformarse en rivalidad.
La creciente competencia y las interacciones hostiles entre Musk y Altman no solo son un espectáculo fascinante para los observadores, sino que también pueden influir en el desarrollo futuro de la inteligencia artificial y la dirección de OpenAI. Con cada nuevo giro en esta historia, el mundo tecnológico observa con atención cómo se desenlazan los acontecimientos.
