La relación entre Elon Musk y Sam Altman ha tomado un giro inesperado, convirtiéndose en una serie de intercambios acalorados en la plataforma de redes sociales X. Aunque ambos fueron cofundadores de OpenAI, sus caminos han divergido, dando lugar a una notable rivalidad, especialmente en el ámbito de la inteligencia artificial.
Este conflicto se reavivó cuando Altman compartió en X lo que describió como “una historia en tres actos”, reflejando su frustración por la larga espera de un Tesla Roadster que había reservado en 2018. Tras intentar cancelar su reserva y solicitar un reembolso de los 50,000 dólares pagados, se encontró con que su correo electrónico no fue recibido. Esto llevó a Altman a expresar su decepción: “¡Realmente estaba emocionado por el auto! Entiendo que hay retrasos, pero 7.5 años es demasiado.”
Los antecedentes de la disputa
El Roadster de segunda generación fue anunciado por Tesla en noviembre de 2017, pero su lanzamiento ha sido postergado en múltiples ocasiones. Recientemente, Musk mencionó que una nueva versión del vehículo sería presentada antes de que finalice el año. Esta constante demora ha alimentado la frustración no solo de los clientes, sino también de quienes han invertido en el vehículo.
Interacciones en redes sociales
En respuesta al post de Altman, Musk no tardó en criticarlo, acusándolo de haber “robado un nonprofit”. Esta acusación ha sido reiterada en varias ocasiones y ha surgido tanto en tweets como en documentos legales y declaraciones corporativas, evidenciando la tensión entre ambos.
Además, Musk ha lanzado su propia empresa de inteligencia artificial, xAI, que actualmente se encuentra en una batalla legal contra OpenAI y Apple, alegando que ambas compañías coluden para limitar la competencia. Altman, por su parte, ha calificado estas afirmaciones de Musk como “notables”, sugiriendo que el comportamiento del CEO de Tesla en X responde a intereses propios y perjudica a sus rivales.
Un nuevo enfoque para OpenAI
En un contexto más amplio, OpenAI ha experimentado cambios significativos en su estructura organizativa. La empresa anunció la creación de una nueva entidad con fines de lucro, valorada en aproximadamente 500 mil millones de dólares. Esta transformación permite a OpenAI dejar atrás un modelo que restringía su crecimiento y capacidad de inversión.
El apoyo financiero y la misión original
La nueva compañía, denominada OpenAI Group PBC, cuenta con el respaldo de Microsoft, que posee un 27% de participación. La fundación sin fines de lucro de OpenAI retiene un 26%, mientras que el 47% restante se distribuye entre ex-empleados, empleados actuales y otros inversionistas. Esta reestructuración promete fortalecer el compromiso de OpenAI en el ámbito de la inteligencia artificial, un sector que ha atraído una creciente inversión privada.
Sin embargo, la tensión entre Musk y Altman podría complicar el panorama para ambos. Mientras xAI está valorada en 200 mil millones de dólares tras recibir una inversión de 10 mil millones, la disputa legal y las acusaciones mutuas añaden un nivel de incertidumbre al desarrollo de sus respectivas tecnologías. La historia entre estos dos titanes del sector tecnológico continúa evolucionando, dejando al mundo expectante por el desenlace.


