En la actualidad, los laboratorios de inteligencia artificial están adoptando un enfoque novedoso para la obtención de información vital. En lugar de recurrir a costosos contratos con empresas, están comenzando a contactar a ex-empleados de estas organizaciones. Brendan Foody, CEO de Mercor, compartió esta perspectiva durante su intervención en TechCrunch Disrupt 2025.
Mercor se presenta como un mercado que conecta a expertos de diversas industrias, como bancos de inversión y firmas de consultoría, con laboratorios de IA que buscan automatizar procesos dentro de esos sectores. Entre sus clientes se encuentran gigantes como OpenAI, Anthropic y Meta, lo que subraya la relevancia de este enfoque.
El nuevo enfoque de Mercor
Foody destacó que muchas compañías, como Goldman Sachs, podrían estar preocupadas por el potencial que tienen los modelos de IA para transformar su cadena de valor. “No todos los clientes están dispuestos a compartir sus datos para la automatización”, explicó. Esto crea un espacio donde los laboratorios necesitan recurrir a antiguos empleados que comprenden los flujos de trabajo y están dispuestos a contribuir a la capacitación de modelos de IA.
Remuneración y crecimiento
La startup ha encontrado un modelo de negocio interesante, pagando a expertos hasta $200 por hora por su conocimiento. Actualmente, Mercor cuenta con decenas de miles de contratistas, lo que le permite desembolsar más de $1.5 millones diarios en compensaciones. A pesar de esto, Foody asegura que la empresa es rentable, ya que los laboratorios de IA están dispuestos a invertir aún más por esta información valiosa.
Desafíos y oportunidades
En menos de tres años, Mercor ha alcanzado unos ingresos recurrentes anuales de aproximadamente $500 millones y ha recaudado fondos a una valoración de $10 mil millones. Sin embargo, la resistencia de las empresas establecidas es comprensible, pues existe el riesgo de que su conocimiento especializado se transmita a la competencia a través de los ex-empleados de Mercor.
Foody mencionó que algunas organizaciones están comenzando a adaptarse a esta nueva realidad laboral, reconociendo que el futuro del trabajo está cambiando rápidamente. “Algunas empresas están preocupadas por ser desplazadas, mientras que otras están viendo esto como una oportunidad”, comentó, sugiriendo que aquellos que elijan innovar probablemente estarán mejor posicionados.
Ética y espionaje corporativo
Uno de los retos que enfrenta Mercor es evitar que sus contratistas incurran en actividades de espionaje corporativo, que implican la sustracción de información confidencial de empresas competidoras. Aunque se han implementado medidas para prevenir esto, como la instrucción para no cargar documentos de sus lugares de trabajo anteriores, Foody admitió que siempre existe la posibilidad de que ocurran incidentes.
El futuro de Mercor y su impacto
Foody también expresó su creencia de que el conocimiento que poseen los empleados es de su propiedad, no de la empresa que los empleó. Esta visión, más generosa que la que manejan muchas organizaciones, plantea preguntas sobre la propiedad del conocimiento en el contexto laboral. En algunos anuncios de trabajo de Mercor, se busca que los candidatos tengan la capacidad de acceder a bases de código de producción significativas para ayudar en la evaluación y entrenamiento de modelos de IA.
A medida que Mercor continúa creciendo, tiene intenciones de asociarse con otros sectores, incluyendo la medicina y el derecho, donde las empresas también requieren asistencia para aprovechar sus datos. “Con el tiempo, herramientas como ChatGPT superarán a las mejores firmas de consultoría y bancos de inversión”, predijo Foody, sugiriendo que esto podría transformar radicalmente la economía y generar abundancia para todos.


