Explorando las contribuciones de Jordan Peele al cine de terror negro

Reconocido por sus innovadoras obras en el género de terror, Jordan Peele ha dejado una huella significativa en la industria cinematográfica con títulos como Get Out, Us y Nope. Su doble papel como director y guionista no solo ha cautivado a las audiencias, sino que también ha redefinido el alcance del terror negro. Además de sus esfuerzos creativos, Peele participa activamente en la producción de obras que dan voz a otros cineastas afroamericanos, como Nia DaCosta, J.D. Dillard y ahora Justin Tipping, quien co-escribe y dirige la película Him.

La influencia de Peele se extiende a la formación de nuevos talentos dentro del género, conectándolos con su exitosa marca de terror que enfatiza la excelencia negra. Sin embargo, esta conexión también puede presentar desafíos, ya que el público podría comparar estas nuevas visiones con el estilo distintivo de Peele, lo que podría dar lugar a críticas más severas, como se ha visto con Candyman y el reboot de The Twilight Zone. Esto plantea la pregunta: ¿cómo será recibida Him?

Examinando la narrativa de Him

En el centro de Him se encuentran dos actuaciones poderosas de sus protagonistas. Marlon Wayans, en un papel dramático, y Tyriq Withers forman un dúo cautivador que refleja sus trayectorias distintas en la industria cinematográfica. Wayans interpreta a Isaiah White, una estrella del fútbol carismática, pero agobiada por el peso de la fama y las realidades más oscuras de su deporte. El personaje navega por la turbulencia emocional de la jubilación mientras lidia con sacrificios no expresados y el desgaste físico de su carrera.

Por otro lado, Withers encarna a Cameron Cade, un novato prometedor que desconoce las verdaderas exigencias del fútbol profesional. A pesar de su talento, el viaje de Cam está marcado por la ingenuidad, preparando el escenario para un choque entre el jugador experimentado y el nuevo ansioso por demostrar su valía.

Explorando el entrenamiento poco convencional

La película, aunque a veces desigual, prospera en la dinámica entre estos dos personajes, ya que la visión de Tipping incorpora elementos que recuerdan al género giallo, redefiniendo así la narrativa del fútbol americano. La historia se centra en un equipo ficticio, los Saviors, y el riguroso camino hacia convertirse en el GOAT (el mejor de todos los tiempos). Cam, inspirado por las enseñanzas de su padre sobre sacrificio y fortaleza, busca emular el éxito de su ídolo, Isaiah White.

En un giro inesperado, la mentoría de Isaiah es todo menos tradicional. Lo somete a un régimen extenuante en una misteriosa instalación subterránea ubicada en un desierto desolado, despojándolo de su dispositivo móvil y sumergiéndolo en un mundo de intensos desafíos físicos y psicológicos. Este entrenamiento recuerda las experiencias de los bailarines aspirantes en el clásico de terror Suspiria, donde la obediencia y la resistencia son puestas a prueba de maneras cada vez más perturbadoras.

Simbología y elementos de terror en Him

Tipping entrelaza hábilmente elementos de terror en el tejido del fútbol americano, presentando visuales de pesadilla que desafían las percepciones convencionales del deporte. Un momento particularmente impactante involucra a una mascota, adornada con una máscara amenazante y empuñando un arma, que emerge como una figura de asesino, aterrorizando a los jugadores con sus actos violentos. A lo largo de la odisea de Cam, varias mascotas, a pesar de sus coloridos aspectos, evocan una sensación de amenaza latente, sus sonrisas exageradas ocultan una intención siniestra.

La representación de los aficionados también se transforma; sus vítores entusiastas se convierten en gritos inquietantes y resonantes, reflejando la naturaleza obsesiva de la cultura deportiva. Una escena notable captura la llegada de Cam al complejo de entrenamiento, donde se encuentra con Marjorie, interpretada por la inquietante Naomi Grossman. Su comportamiento errático y su apariencia sirven como un escalofriante recordatorio de los aspectos más oscuros de la fanaticada.

Matices religiosos e históricos

El nombre del equipo, Saviors, añade una capa de simbolismo religioso, posicionando el fútbol como una forma de fe, con los mariscales de campo venerados como deidades. Tipping incorpora iconografía cristiana, como la cruz dorada de Cam y una versión reinterpretada de La Última Cena, para subrayar los sacrificios exigidos por el deporte. Isaiah traza paralelismos entre los jugadores de fútbol y los antiguos gladiadores, insinuando un contexto histórico más oscuro que resuena con audiencias contemporáneas.

Visualmente, Tipping sobresale en crear una atmósfera desorientadora mediante un uso impactante del color, particularmente los rojos vivos que saturan la película. La química entre Wayans y Withers cautiva a los espectadores, mientras navegan por temas de admiración y celos, sumergiendo al público en una experiencia de terror psicológico.