El 18 de julio de 2025, se dio un giro monumental en la política estadounidense: la Cámara de Representantes aprobó tres proyectos de ley clave que abordan el mundo de las criptomonedas. ¿Qué significa esto para el futuro de las finanzas digitales? Con la llegada de la Ley de CLARIDAD y la Ley de GENIO, el Congreso se propone establecer un marco regulatorio más claro para las criptomonedas y otros activos digitales, alineándose con el compromiso de la administración de Trump hacia un sector que, hasta ahora, había sido objeto de numerosas controversias.
¿Qué hay detrás de la Ley de CLARIDAD?
La Ley de CLARIDAD fue aprobada sin mayores complicaciones y tiene como misión principal establecer un marco regulatorio mucho más definido para las criptomonedas. ¿Y cómo lo hará? Al diferenciar las competencias regulatorias entre la Comisión de Valores y Bolsa (SEC) y la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC). El siguiente paso es crucial: el proyecto de ley se dirige ahora al Senado, donde los republicanos tienen una ligera mayoría. Este avance es vital para crear un entorno legal que no solo fomente el crecimiento del sector, sino que también brinde mayor seguridad a los inversionistas.
Todo sobre la Ley de GENIO
Pero eso no es todo. La Cámara también aprobó la Ley de GENIO, que regula el uso de stablecoins, aquellas criptomonedas que están atadas a activos estables como el dólar estadounidense o bonos del Tesoro. Este proyecto de ley está listo para ser enviado al presidente Trump para su firma, lo que lo convertiría en ley. La Ley de GENIO, que ya había pasado por el Senado el mes anterior, establece requisitos claros para que los emisores mantengan reservas de activos que sean equivalentes al valor de las criptomonedas que emiten. El senador Bill Hagerty, uno de los principales impulsores de esta legislación, destacó: “Esta legislación histórica traerá nuestro sistema de pagos al siglo XXI y asegurará la dominancia del dólar estadounidense”.
Implicaciones políticas y económicas
Esta reciente ola de legislación se produce en un contexto donde la desconfianza hacia las criptomonedas había sido la norma, alimentada por la percepción de que este sector, que surgió gracias al éxito de Bitcoin, debía ser fuertemente controlado. Sin embargo, un cambio notable ha sido la inyección de millones de dólares de inversionistas en criptomonedas a la campaña presidencial de Trump el año pasado. Esto ha transformado su visión sobre el tema, llevándolo a proponer la creación de una “Reserva Estratégica de Bitcoin” para auditar las tenencias de bitcoin del gobierno, principalmente acumuladas a través de incautaciones judiciales.
En otra línea, la Cámara también aprobó la Ley Anti-CBDC, que busca frenar la emisión de una moneda digital del banco central (CBDC) por parte de la Reserva Federal, a pesar de que no existen planes concretos para ello. Los republicanos argumentan que una CBDC podría dar al gobierno federal la capacidad de monitorear y controlar las transacciones financieras de los ciudadanos, planteando serias preocupaciones sobre la privacidad y las libertades civiles.
A pesar de estos avances, la aprobación de estas medidas en el Senado no está garantizada. Anteriormente, un intento de desestimar la ley anti-CBDC provocó una intensa controversia entre un grupo reducido de republicanos, lo que retrasó la aprobación de las otras dos leyes hasta que Trump tuvo que intervenir para resolver la situación. A medida que el ambiente político sigue evolucionando, el futuro de la regulación de las criptomonedas en EE. UU. se encuentra en un punto de inflexión, con implicaciones que trascienden el ámbito financiero. ¿Estamos ante el inicio de una nueva era para las criptomonedas?
