A medida que la demanda de productos electrónicos en Europa sigue creciendo, también aumenta la preocupación por el volumen de residuos electrónicos. Dispositivos como teléfonos inteligentes, computadoras portátiles y equipos médicos contribuyen a un problema de desecho significativo. Actualmente, se estima que la Unión Europea recicla aproximadamente 5 millones de toneladas de residuos electrónicos cada año, lo que equivale a más de 11 kilogramos por hogar.
No obstante, este volumen representa menos del 40% de los productos electrónicos que ingresan al mercado europeo anualmente.
La complejidad de los materiales mezclados en estos dispositivos dificulta el reciclaje, lo que provoca que muchos terminen en vertederos.
Iniciativas innovadoras para la sostenibilidad
Para abordar este desafío, se ha lanzado la iniciativa SUSTRONICS, un proyecto que replantea la fabricación de dispositivos electrónicos. Liderado por la empresa holandesa Philips, este esfuerzo reúne a 46 colaboradores de 11 países y se extenderá hasta mayo de 2026. La investigación se centra en el desarrollo de materiales alternativos y en la creación de productos que sean fáciles de reutilizar y reciclar.
Investigación en nuevos materiales
El equipo de SUSTRONICS se dedica a la investigación fundamental para encontrar soluciones innovadoras. Esto incluye la implementación de materiales biobasados y basados en papel, que sean más accesibles y sostenibles. Según Ramon Caanen, líder del equipo de consultoría de sostenibilidad en Philips, el objetivo es integrar la sostenibilidad en todas las etapas del diseño y producción de dispositivos electrónicos.
Uno de los aspectos más destacados de este proyecto es la necesidad de diseñar productos que sean fáciles de reparar y reciclar.
La reciente introducción de regulaciones de la UE sobre el eco-diseño y el derecho a reparar ha incrementado la urgencia de estas iniciativas, ya que buscan alargar la vida útil de los productos y reducir su impacto ambiental.
Aplicaciones en el sector de la salud
Un campo donde la iniciativa SUSTRONICS está teniendo un impacto significativo es en el sector salud. Aunque los dispositivos médicos conectados pueden mejorar la atención al paciente, sus componentes electrónicos de un solo uso contribuyen al problema de los residuos electrónicos.
En la actualidad, se están llevando a cabo tres estudios piloto enfocados en el desarrollo de dispositivos electrónicos sostenibles en el ámbito sanitario.
Ejemplo de innovación: el pañal inteligente
En colaboración con la empresa sueca Essity Hygiene and Health, los investigadores están creando un pañal inteligente que facilita la vida tanto a pacientes como al personal médico. Este dispositivo cuenta con un indicador de cambio que alerta al personal cuando es necesario reemplazar el pañal. Un lector pequeño y reutilizable se coloca externamente al pañal, lo que permite su limpieza entre pacientes.
El pañal incluye una tira electrónica extraíble que mide temperatura, humedad y enzimas, la cual puede ser reciclada donde las instalaciones lo permitan. Este enfoque no solo mejora la salud de la piel de los pacientes, sino que también preserva su dignidad, como indica la científica principal Shabira Abbas.
Un futuro circular en Europa
Además de los dispositivos médicos, la iniciativa también explora la reparabilidad en otros productos, como afeitadoras y sistemas de iluminación. A medida que la Unión Europea se esfuerza por aumentar la proporción de materiales reutilizados y reciclados, se espera que un nuevo Acta de Economía Circular, previsto para 2026, impulse la creación de un mercado más fuerte para estos materiales en toda Europa.
Con solo el 12% de los materiales en Europa reutilizados o reciclados actualmente, el objetivo es duplicar esta cifra para alcanzar el 24% para 2030. El proyecto SUSTRONICS se posiciona como un modelo a seguir en la industria electrónica, demostrando que la sostenibilidad y la competitividad pueden coexistir.
No obstante, este volumen representa menos del 40% de los productos electrónicos que ingresan al mercado europeo anualmente. La complejidad de los materiales mezclados en estos dispositivos dificulta el reciclaje, lo que provoca que muchos terminen en vertederos.0


