La renuncia de Pat Gelsinger y su impacto en Intel
Pat Gelsinger, quien ha sido una figura clave en Intel durante más de tres décadas, ha anunciado su retiro como CEO, efectivo a partir del 1 de diciembre. Su partida marca un momento crucial para la compañía, que ha enfrentado una serie de desafíos en los últimos años, incluyendo una fuerte competencia en el mercado de semiconductores y la presión de los inversores activistas. Gelsinger, que se unió a Intel a los 18 años, ha sido un líder influyente, conocido por su papel en el desarrollo de tecnologías clave como Wi-Fi y USB.
El nuevo liderazgo interino y sus retos
Con la salida de Gelsinger, Intel ha nombrado a David Zinsner y Michelle Johnston Holthaus como co-CEOs interinos. Zinsner, actual CFO de la empresa, y Holthaus, quien lidera el grupo de computación para clientes, tendrán la tarea de guiar a Intel en un periodo de transición. Holthaus también asumirá un nuevo rol como CEO de Intel Products, lo que refleja un enfoque renovado en la innovación y el desarrollo de productos. Sin embargo, la compañía enfrenta un panorama complicado, con una caída del 25% en los ingresos por chips de computadoras personales en el segundo trimestre de 2022 y una pérdida de ventas en centros de datos frente a competidores como AMD.
Desafíos futuros y estrategias de recuperación
La gestión de Gelsinger estuvo marcada por ambiciosos planes de expansión, incluyendo la construcción de nuevas fábricas de semiconductores en Estados Unidos. Sin embargo, la compañía ha tenido que enfrentar obstáculos significativos, como la cancelación de su adquisición de Tower Semiconductor y problemas técnicos con su proceso de fabricación 18A. A medida que Intel busca recuperarse, se espera que la nueva dirección implemente estrategias para mejorar la eficiencia y la competitividad. La presión de los accionistas también ha llevado a la empresa a considerar la venta de divisiones no estratégicas, como su brazo de conducción autónoma, Mobileye.