En un contexto donde la inversión en startups de inteligencia artificial y tecnología de defensa en Estados Unidos está en auge, Eric Slesinger, un exoficial de la CIA, se ha convertido en un pionero al centrarse en el sector de defensa en Europa. Fundador de 201 Ventures, Slesinger ha cerrado recientemente un fondo de 22 millones de dólares destinado a startups de tecnología de defensa en fase inicial en el viejo continente.
Un cambio de enfoque hacia Europa
La decisión de Slesinger de dejar su trabajo en la CIA, que él describe como «el mejor primer trabajo de la historia», se basa en una observación crítica: la creciente participación del sector privado en la competencia de defensa. Según Slesinger, lo que antes se consideraba una competencia entre gobiernos ahora incluye un papel significativo de las empresas privadas. Con títulos en ingeniería mecánica de Stanford y un MBA de Harvard, su formación le ha permitido conectar la tecnología de defensa con las oportunidades comerciales.
Desafíos culturales en la inversión en defensa
A pesar de su éxito, Slesinger ha encontrado resistencia cultural en Europa respecto a las inversiones en defensa. En 2022, tras mudarse a Madrid, fundó la Red de Inversores en Defensa Europea, que reúne a emprendedores, inversores y responsables políticos. En un artículo de Medium, Slesinger destacó que muchos de sus colegas europeos temían hablar sobre sus inversiones en defensa, considerándolo un tema tabú. Sin embargo, la situación está cambiando, impulsada por iniciativas como el Fondo de Innovación de la OTAN, que ha proporcionado un respaldo significativo a su fondo.
El futuro de la tecnología de defensa en Europa
Con un enfoque en tecnologías que abordan la competencia en zonas grises, 201 Ventures ha realizado ocho inversiones hasta la fecha, incluyendo startups como Helsing, que desarrolla inteligencia artificial para el campo de batalla, y Delian Alliance Industries, que crea torres de vigilancia para detectar amenazas autónomas. A medida que las tensiones geopolíticas aumentan, la necesidad de un ecosistema de defensa europeo más autónomo se vuelve cada vez más evidente. Datos recientes indican que las startups europeas en el sector de defensa recaudaron un 24% más de capital en 2024 que en el año anterior, alcanzando los 5.2 mil millones de dólares.
Con la incertidumbre sobre el compromiso de Estados Unidos con la defensa europea, la inversión en tecnología de defensa en Europa está destinada a crecer. La visión de Slesinger de un ecosistema de defensa más robusto y autónomo está comenzando a resonar entre otros inversores, lo que sugiere un futuro prometedor para las startups de defensa en el continente.