Jon Medved, un destacado capitalista de riesgo en Israel, ha sido fundamental en el crecimiento de la industria tecnológica del país, conocido como la Startup Nation. Sin embargo, su vida dio un giro inesperado tras ser diagnosticado con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad que afecta las neuronas motoras del cerebro. Este diagnóstico no solo marcó el fin de su carrera en OurCrowd, la firma que fundó, sino que también lo impulsó a buscar soluciones tecnológicas que mejoren su calidad de vida.
La noticia del diagnóstico llegó de manera repentina. En una emotiva entrevista con TechCrunch, Medved compartió su experiencia, resaltando lo inesperado de su enfermedad: “Estuve en el hospital durante varias semanas, y fue allí donde me dijeron que tenía ELA, una enfermedad horrible, lo peor que puedes imaginar.” Su voz, afectada por la enfermedad, resonó con la tristeza de un hombre que ha dedicado su vida a ayudar a otros a prosperar a través de la inversión en tecnología.
Transformación a través de la adversidad
Medved comenzó su recorrido en el mundo de la tecnología de salud sin saber que un día sería un usuario de los avances que ayudó a financiar. Desde su llegada a Israel desde California en sus veinte años, ha jugado un papel crucial en la expansión del ecosistema de startups del país. Fundador de varias empresas tecnológicas, Medved finalmente se estableció en el capital de riesgo con OurCrowd en 2013, revolucionando la forma en que se financian las startups mediante el capital de riesgo basado en crowdfunding.
La firma ha ganado reconocimiento mundial, atrayendo a inversores de diversas partes del mundo y apoyando a un gran número de startups. A pesar de los conflictos en la región, Medved ha sido testigo de un crecimiento continuo en la inversión de venture capital en Israel, con estimaciones de que aproximadamente $15 a $16 mil millones se invirtieron en el país en el último año.
Innovaciones que cambian vidas
Como parte de su compromiso con la tecnología, Medved se ha convertido en un defensor de las startups que desarrollan soluciones para enfermedades crónicas.
Ha utilizado su experiencia para crear un avatar digital que replica su voz y su imagen, gracias a la colaboración de OurCrowd con empresas como D-ID y ElevenLabs. Este avatar no solo preserva su identidad, sino que también le permite comunicarse de manera efectiva a medida que su condición progresa.
“Este tipo de tecnología se ha vuelto muy personal para mí”, dice Medved. “Me permite mantener mi voz cuando ya no pueda hablar.” Además de este innovador proyecto, Medved ha apoyado a numerosas empresas que desarrollan tratamientos de salud personalizados, como OncoHost, que utiliza inteligencia artificial para ofrecer terapias de inmunoterapia personalizadas para pacientes con cáncer.
Un legado de innovación
A pesar de su diagnóstico, Medved se niega a considerarse una víctima. “No he terminado”, afirma con determinación. Su deseo de seguir contribuyendo al ecosistema de startups es fuerte. “Quiero continuar aportando tanto a OurCrowd como al movimiento general de innovación en salud”, asegura.
Medved reflexiona sobre cómo su perspectiva ha cambiado desde que enfrenta una enfermedad grave. “Como alguien que solía tomar la salud por sentada, ahora siento el dolor humano de manera más aguda. Esto ha transformado mi visión sobre la vida y la tecnología.” Su legado no solo se medirá por el éxito de sus inversiones, sino también por cómo ha influido en la vida de otros a través del desarrollo de tecnologías que ofrecen esperanza y soluciones en la lucha contra enfermedades como la ELA.
