El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dejado claro que su administración está tomando un rumbo más restrictivo en relación con la energía eólica. En una reciente reunión con su gabinete, Trump afirmó que no se permitirán nuevos proyectos de turbinas eólicas a menos que cuenten con compromisos legales previos. Esta declaración pone de manifiesto un enfoque renovado hacia los proyectos de energía renovable, que recientemente habían recibido luz verde.
¿Qué medidas está tomando la administración Trump?
Trump ha manifestado su desdén por los parques eólicos, tildándolos de “monstruosidades” que no solo son poco atractivas, sino que también perjudican a la fauna local. Aunque ha tenido un historial de oposición a la energía eólica, en las últimas semanas su administración ha intensificado las acciones para restringir la construcción de estos proyectos. Por ejemplo, se ha paralizado una importante iniciativa de Orsted A/S cerca de Rhode Island y se han revocado permisos para otros proyectos propuestos, como el que se planeaba en Maryland.
La administración se ha centrado en los proyectos eólicos en alta mar, donde tiene autoridad única, ya que dependen de múltiples autorizaciones gubernamentales. Mientras que durante la administración de Joe Biden se aprobaron once proyectos eólicos, la nueva postura de Trump podría poner en riesgo esos avances. ¿Qué pasará con los esfuerzos por impulsar la energía renovable?
Impacto en el sector energético
Durante su intervención, Trump no se contuvo y se burló de las instalaciones solares, describiéndolas como “grandes parches feos de plástico negro” que arruinan la belleza del paisaje. Sin embargo, no especificó qué compromisos de energía eólica considerarían demasiado antiguos para que se tomaran medidas en su contra. Esta falta de claridad genera incertidumbre sobre el futuro de la energía eólica en el país.
Recientemente, la administración levantó una orden de paralización que había detenido la construcción del proyecto Empire Wind 1 de Equinor ASA cerca de Nueva York. No obstante, el Departamento del Interior ha emitido una nueva orden de paralización para el proyecto Revolution Wind de Orsted A/S, lo que ha llevado a advertencias sobre el riesgo de que estas acciones amenacen la fiabilidad eléctrica en Nueva Inglaterra y aumenten los costos para los consumidores. ¿Estamos ante un retroceso en el avance de energías más limpias?
Consideraciones legales y perspectivas futuras
El secretario del Interior, Doug Burgum, ha señalado que existen consideraciones legales que dificultan la detención de algunos proyectos eólicos en curso. Además, ha propuesto un enfoque dual para la revisión gubernamental, sugiriendo que los proyectos ya en marcha deberían ser tratados de manera distinta a aquellos que aún están en fase de propuesta. Esta estrategia podría dibujar un camino complicado para el futuro de la energía renovable en Estados Unidos.
La administración Trump sigue firme en su oposición a la expansión de la energía eólica, lo que podría tener un impacto duradero en el panorama energético del país y en las inversiones en energías renovables. A medida que estos acontecimientos se desarrollan, es esencial estar al tanto de las decisiones y cambios en las políticas que afectan a esta industria. ¿Cómo responderán los ciudadanos y las empresas a estas nuevas restricciones?