La eliminación del Digital Equity Act
La administración de Donald Trump ha intensificado su agenda de recortes de costos y ha comenzado a desmantelar iniciativas clave para cerrar la brecha digital en Estados Unidos. El 8 de mayo, Trump anunció en su plataforma Truth Social que estaba poniendo fin al Digital Equity Act, una ley que había destinado $2.75 mil millones a programas de inclusión digital. El expresidente calificó esta iniciativa de «racista» e «ilegal», lo que llevó a la Administración Nacional de Telecomunicaciones e Información (NTIA) a cancelar abruptamente subvenciones para 20 proyectos estatales que buscaban mejorar el acceso digital en escuelas, programas para veteranos y mayores, así como esfuerzos de conectividad rural.
Reacciones de los defensores de la conectividad
La Asociación de Directores de Tecnología Educativa del Estado (SETDA) describió la decisión como un «retroceso significativo» para los objetivos de acceso universal. Según SETDA, el acceso equitativo a la tecnología no debería ser un tema partidista, sino un bien público. La eliminación de estos fondos plantea un futuro incierto para los esfuerzos de conectividad digital que son esenciales para comunidades en riesgo de desconexión tecnológica.
Impacto en comunidades rurales y vulnerables
Los defensores de la conectividad indígena han advertido que la presidencia de Trump podría tener un impacto inmediato en los proyectos de banda ancha rural que estaban en marcha. Sharayah Lane, asesora senior de conectividad comunitaria para la Internet Society, expresó que la reciente cancelación del Digital Equity Act y los cambios potenciales en el programa de Acceso y Despliegue de Equidad de Banda Ancha (BEAD) afectarán gravemente el futuro del acceso a internet asequible y confiable en áreas desatendidas. Esto limitará aún más las oportunidades educativas, de salud y económicas para estas comunidades.
El futuro de la conectividad digital en EE.UU.
La administración Biden había prometido miles de millones de dólares federales para expandir la red de banda ancha y fibra óptica del país, haciendo del cierre de la brecha digital un componente central de su paquete de gasto federal. Sin embargo, con la eliminación de fondos y la revisión del presupuesto de BEAD, los proyectos de infraestructura de banda ancha se encuentran en una situación precaria. Trump ha impulsado la apertura de subastas de bandas de espectro altamente codiciadas para proyectos de WiFi y 5G, lo que podría desviar la atención de los proyectos de conectividad rural que buscan establecer conexiones físicas confiables.
La necesidad de inversión en infraestructura sostenible
Los defensores han abogado por una inversión federal en los «miles de millas intermedias» de cables de fibra óptica y banda ancha, en lugar de depender de conexiones satelitales inestables. Lane enfatizó la importancia de priorizar inversiones en infraestructura sostenible a través de programas como BEAD y el Digital Equity Act para garantizar un acceso a internet asequible a largo plazo para todos los estadounidenses, fortalecer la economía y mejorar la resiliencia digital del país.