El enfrentamiento entre Elon Musk y Sam Altman ha tomado un nuevo giro en la plataforma X, donde ambos han intercambiado comentarios ácidos y críticas. A pesar de haber sido cofundadores de OpenAI, su relación ha evolucionado hacia una serie de disputas públicas que reflejan tensiones más profundas en la industria tecnológica.
El último episodio de esta saga comenzó cuando Altman compartió en su cuenta de X una serie de capturas de pantalla que narraban su experiencia al intentar cancelar un pedido de un Tesla Roadster. Hizo referencia a su reserva realizada en 2018 y a su frustración por no haber recibido el vehículo tras más de siete años de espera. En su mensaje, Altman expresó: “Me emocionaba mucho tener el coche, pero 7.5 años parece un tiempo excesivo para una espera.”
La respuesta de Musk y las acusaciones
La respuesta de Musk no tardó en llegar. En lugar de abordar directamente la queja de Altman, Musk optó por lanzar una acusación, afirmando que Altman había “robado una organización sin fines de lucro”. Esta crítica no es nueva y ha sido un tema recurrente, ya que Musk ha cuestionado públicamente las decisiones de Altman y de OpenAI en varias ocasiones. Este intercambio ilustra cómo sus desacuerdos han trascendido lo personal y se han convertido en un debate sobre la ética y la dirección en que se está llevando a cabo la inteligencia artificial.
El Roadster de segunda generación fue anunciado en noviembre de 2017, pero ha sufrido repetidos retrasos. Musk ha prometido que una nueva versión será presentada antes de que termine el año, aunque los plazos anteriores no se han cumplido. En su defensa, Musk también insinuó que la narrativa de Altman estaba incompleta, sugiriendo que el problema de la cancelación se había resuelto rápidamente y que Altman ya había recibido su reembolso.
El contexto de la disputa
La relación entre Musk y Altman es compleja, marcada por una serie de desacuerdos sobre la dirección futura de OpenAI. Tras la reestructuración de OpenAI como una empresa con fines de lucro, Musk ha expresado sus preocupaciones sobre la misión y el objetivo de la organización. En respuesta, Musk lanzó su propia empresa de inteligencia artificial, xAI, que actualmente está en conflicto legal con OpenAI y Apple, acusando a ambas empresas de conspirar para limitar la competencia en el sector.
Altman, por su parte, ha defendido su posición afirmando que las acusaciones de Musk son sorprendentes, especialmente considerando las prácticas que ha presuntamente llevado a cabo Musk en su propia plataforma para proteger sus intereses comerciales. Este ciclo de acusaciones y defensas ha mantenido a ambos en el centro de la atención mediática.
La búsqueda de innovación en inteligencia artificial
A medida que las tensiones entre Musk y Altman se intensifican, otros actores en el campo de la inteligencia artificial están tomando medidas para innovar. Eric Zelikman, un exinvestigador de xAI, está buscando recaudar mil millones de dólares para lanzar su nueva startup, Humans&. Esta empresa tiene como objetivo desarrollar modelos de inteligencia artificial que colaboren eficazmente con los humanos, a diferencia de otras iniciativas que se centran en reemplazarlos.
Con un equipo compuesto por ex-empleados de gigantes tecnológicos como Google y Meta, Zelikman planea implementar un enfoque novedoso para el entrenamiento de modelos. Este método se pretende que sea más adaptable y capaz de entender las preferencias individuales, buscando potenciar la colaboración en lugar de la competencia. Zelikman ha mencionado que cree firmemente que, al crear modelos que puedan trabajar en sinergia con personas, se podrán resolver problemas fundamentales en la sociedad.
El futuro de la inteligencia artificial
El camino hacia la creación de inteligencia artificial colaborativa no está exento de desafíos. Muchos emprendedores se sienten desalentados debido a los altos costos y la necesidad de una capacidad de computación significativa para desarrollar nuevas tecnologías. Sin embargo, el enfoque de Zelikman podría marcar un cambio en la manera en que se percibe y se utiliza la inteligencia artificial, considerando la importancia de la cooperación y la comprensión entre humanos y máquinas.
En resumen, la disputa entre Musk y Altman resalta las tensiones dentro del ecosistema tecnológico y cómo estas rivalidades pueden influir en la evolución de la inteligencia artificial. Con innovadores como Zelikman buscando nuevas formas de colaboración, el futuro de la inteligencia artificial podría estar en un enfoque que priorice la sinergia sobre la sustitución.


