El 27 de septiembre de 2025, el expresidente Donald Trump anunció un posible camino para la supervivencia de TikTok en Estados Unidos. Este plan contempla una coalición de inversores dispuestos a adquirir la aplicación de su empresa matriz china, ByteDance, cumpliendo con las regulaciones estadounidenses. Sin embargo, persisten dudas significativas sobre la viabilidad de esta transacción y sus consecuencias para los usuarios estadounidenses.
El núcleo de este acuerdo depende de la necesidad de ByteDance de desprenderse de sus operaciones en EE. UU., un movimiento que requiere la aprobación del gobierno chino. En medio de las crecientes tensiones derivadas de un conflicto comercial en curso, no está claro si Pekín permitirá esta transferencia de propiedad, especialmente al tratar de proteger a sus campeones nacionales.
El grupo de inversores propuesto y sus actores clave
Según el decreto ejecutivo de Trump emitido esta semana, la venta propuesta cuenta con un grupo destacado de inversores estrechamente relacionados con el expresidente. Entre ellos, destaca el CEO de Oracle, Larry Ellison, quien ha emergido como una figura significativa en este arreglo. Como aliado de Trump y uno de los hombres más ricos del mundo, la participación de Ellison ha llamado la atención, particularmente en una industria tecnológica a menudo dominada por ideologías liberales.
La influencia y conexiones de Ellison
Ellison, de 81 años, ha vuelto a estar en el ojo público, colaborando con Trump en diversas iniciativas, incluidas asociaciones en inteligencia artificial con organizaciones como OpenAI. Además, ha respaldado la adquisición de su hijo del estudio de Hollywood Paramount y se rumorea que está interesado en Warner Brothers. El grupo de inversores también incluye a Rupert Murdoch, el magnate de los medios de 94 años conocido por su control sobre Fox News, junto a su hijo Lachlan.
Preocupaciones sobre el control mediático y la perspectiva de los usuarios
Aunque Trump ha desestimado públicamente la idea de una reestructuración conservadora de TikTok, la posibilidad de un aumento de la influencia gubernamental en los medios sigue siendo un tema de preocupación. La plataforma ha sido acreditada por ayudar a Trump a conectar con votantes jóvenes, y cualquier cambio hacia una gestión conservadora podría generar alarmas sobre la diversidad de opiniones en una América cada vez más polarizada.
Dinamismo cambiante en las redes sociales
El panorama de las redes sociales está evolucionando rápidamente, con figuras como Elon Musk reinventando X (anteriormente Twitter) en un refugio para la política de derecha, a menudo alienando a los medios tradicionales y a usuarios liberales. Al mismo tiempo, el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, se ha alineado con Trump, modificando las políticas de moderación de contenido en Facebook e Instagram para abordar las acusaciones de sesgo por parte de los republicanos.
Durante un evento en la Casa Blanca el jueves, el vicepresidente JD Vance estimó que el valor del acuerdo ronda los 14 mil millones de dólares. Esta valoración parece sorprendentemente baja en comparación con la venta de Twitter por 44 mil millones de dólares, especialmente considerando el atractivo único de TikTok para las audiencias jóvenes en el mayor mercado de consumo global. Informes de Bloomberg indicaron que ByteDance podría mantener una porción sustancial de las ganancias de la nueva empresa a través de un costoso acuerdo de licencia, permitiéndole ganar casi la mitad de los beneficios al mantener solo un 20% de participación.
Estos términos podrían suscitar un examen minucioso por parte de los legisladores preocupados por las implicaciones de seguridad nacional, particularmente respecto a si esta transacción se alinea con la ley de desinversión o prohibición que ha enfrentado retrasos desde que Trump asumió el cargo. Cabe destacar que el decreto ejecutivo emitido el jueves prorrogó el plazo de prohibición de TikTok hasta mediados de enero, creando confusión mientras la administración Trump afirmaba simultáneamente que un acuerdo ya estaba finalizado.
El congresista republicano John Moolenaar, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, enfatizó la necesidad de un control exhaustivo sobre este acuerdo, reiterando que ByteDance ha demostrado prácticas cuestionables en el pasado. Críticos, incluido Carl Tobias de la Facultad de Derecho de la Universidad de Richmond, expresaron escepticismo respecto a las garantías sobre la seguridad nacional de EE. UU., argumentando que el plan carece de detalles concretos.
Sumando al escepticismo, se encuentra el hecho de que Oracle, bajo el mando de Ellison, ya supervisa la gestión de datos de TikTok a partir de una iniciativa previa destinada a aliviar las preocupaciones de seguridad de EE. UU. Los detractores se preguntan si este nuevo acuerdo ofrece cambios sustanciales al marco existente.
