La situación actual de los cargadores de vehículos eléctricos
La Administración de Servicios Generales (GSA), la agencia encargada de gestionar los edificios de propiedad del gobierno federal, ha tomado la controvertida decisión de cerrar su red de cargadores de vehículos eléctricos (EV). Según un informe de The Verge, esta red incluye cientos de estaciones de carga con un total de 8,000 enchufes, utilizados tanto por vehículos del gobierno como por empleados federales.
Impacto en los empleados federales
Fuentes cercanas a la GSA han indicado que los trabajadores federales recibirán instrucciones la próxima semana sobre cómo proceder con el cierre de estas estaciones de carga. Algunas oficinas regionales ya han sido notificadas para desconectar sus cargadores. Este movimiento ha generado preocupación entre los empleados que dependen de estos servicios para cargar sus vehículos eléctricos, especialmente en un momento en que la sostenibilidad y la reducción de emisiones son temas prioritarios en la agenda pública.
Contexto político y económico
La decisión de la GSA se enmarca en un contexto más amplio de recortes en el gobierno federal. Durante la administración del expresidente Donald Trump, se han implementado políticas que han reducido el apoyo federal a la energía renovable, incluyendo programas destinados a fomentar la infraestructura de carga para vehículos eléctricos. Recientemente, un correo electrónico interno obtenido por Colorado Public Radio reveló que las estaciones de carga en el Centro Federal de Denver se cerrarían porque no son consideradas “críticas para la misión”. Este tipo de decisiones plantea interrogantes sobre el futuro de la infraestructura de carga en el país y su alineación con los objetivos de sostenibilidad.