En el contexto de la estrategia energética de Suiza, un estudio reciente de un consorcio de investigación suizo, liderado por ETH Zurich, ha revelado el potencial de los coches eléctricos y bombas de calor. Estas tecnologías, operadas de manera flexible, podrían ser fundamentales para reducir las importaciones eléctricas y los precios de la electricidad en el país.
Suiza se ha comprometido a alcanzar un suministro energético carbono-neutral para el año 2050. Como parte de este ambicioso objetivo, se prevé que las bombas de calor sustituyan a los sistemas de calefacción basados en petróleo y gas, mientras que los coches eléctricos reemplazarán gradualmente a los vehículos de combustión. Se estima que esta transición aumentará la demanda de electricidad de aproximadamente 56 teravatios-hora (TWh) anuales a cerca de 75 TWh para 2050.
El rol de las bombas de calor y los coches eléctricos
El informe del consorcio de investigación PATHFNDR, parte del programa SWEET, destaca que, junto con la energía hidroeléctrica, las bombas de calor y los coches eléctricos pueden ofrecer una flexibilidad crucial al sistema eléctrico suizo hacia 2050. Christian Schaffner, director del Centro de Ciencia Energética de ETH Zurich, señala que estas tecnologías ayudan a equilibrar el creciente consumo eléctrico con la producción de energía renovable. Esto alivia la carga sobre la red eléctrica, reduce las importaciones y contribuye a disminuir los precios mayoristas de la electricidad, especialmente durante los meses de invierno.
Flexibilidad en el uso de la energía
La flexibilidad en el consumo energético es evidente en situaciones cotidianas. Por ejemplo, en temperaturas exteriores de 0°C, las bombas de calor controladas de manera inteligente pueden desconectarse durante hasta diez horas en edificios que cumplen con el estándar Minergie, sin que se note una caída en la temperatura interior. Esto evita que muchas bombas de calor funcionen simultáneamente, lo que podría sobrecargar la red.
Los coches eléctricos, por su parte, suelen estar conectados a la red durante más tiempo del necesario para una carga completa. Por ejemplo, cuando se cargan en el garaje al final de la jornada laboral, se establece un patrón de carga óptimo que se alinea con la disponibilidad de electricidad. Según la investigación, lo ideal sería cargar los coches durante el día en el trabajo, aprovechando la energía solar cuando muchos vehículos están estacionados. Siobhan Powell, investigadora de energía en ETH Zurich, señala que esto maximiza la producción de energía fotovoltaica.
Aumento de la capacidad de energía renovable
Para el año 2050, Suiza aspira a cubrir entre el 50% y el 60% de su demanda eléctrica, equivalente a 45 TWh anuales, mediante nuevas fuentes de energía renovable como la solar, eólica y biomasa. Las simulaciones realizadas por los investigadores indican que alcanzar este objetivo será más viable gracias al consumo flexible de electricidad por parte de las bombas de calor y los vehículos eléctricos.
Si se gestionan de manera coordinada y flexible a nivel nacional, se podría incrementar en un 4% la disponibilidad de energía renovable en Suiza para 2050. La mayor parte de esta energía será solar durante la primavera y el verano, lo que permitirá una utilización más eficiente y evitar la necesidad de limitar su producción.
Reducción de importaciones y costos
Las bombas de calor y los coches eléctricos flexibles también podrían lograr una reducción del 20% en las importaciones netas de electricidad durante todo el año, impulsando exportaciones más altas en primavera y verano. Esto representaría aproximadamente 1.8 TWh, equivalentes al consumo anual de alrededor de 500,000 hogares suizos. En invierno, se estima que las importaciones eléctricas se reducirían en 0.7 TWh, lo que representa una disminución del 4.4% en comparación con un sistema energético que no incluya estas tecnologías operadas de forma flexible.
Además, el estudio sugiere que la implementación de estas tecnologías podría traducirse en precios mayoristas de electricidad más bajos, sobre todo entre enero y marzo, con una posible reducción de hasta el 6%. Los investigadores también calculan que un sistema eléctrico respaldado por estas tecnologías podría operar con un 4% menos de costos en comparación con un sistema convencional.
Desafíos y oportunidades
La adopción de bombas de calor y coches eléctricos flexibles podría suponer una disminución en la necesidad de construir nuevas plantas de gas y sistemas de almacenamiento de baterías. Las estimaciones sugieren que la inversión necesaria en estas instalaciones podría reducirse en un tercio, ya que estas tecnologías podrían compensar los picos de demanda eléctrica.
Suiza se ha comprometido a alcanzar un suministro energético carbono-neutral para el año 2050. Como parte de este ambicioso objetivo, se prevé que las bombas de calor sustituyan a los sistemas de calefacción basados en petróleo y gas, mientras que los coches eléctricos reemplazarán gradualmente a los vehículos de combustión. Se estima que esta transición aumentará la demanda de electricidad de aproximadamente 56 teravatios-hora (TWh) anuales a cerca de 75 TWh para 2050.0
Suiza se ha comprometido a alcanzar un suministro energético carbono-neutral para el año 2050. Como parte de este ambicioso objetivo, se prevé que las bombas de calor sustituyan a los sistemas de calefacción basados en petróleo y gas, mientras que los coches eléctricos reemplazarán gradualmente a los vehículos de combustión. Se estima que esta transición aumentará la demanda de electricidad de aproximadamente 56 teravatios-hora (TWh) anuales a cerca de 75 TWh para 2050.1


