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Durante un discurso clave en una cumbre organizada por el podcast All-In y el Hill & Valley Forum, el presidente Donald Trump abordó la postura de Estados Unidos sobre la propiedad intelectual en el contexto de la inteligencia artificial (IA). Trump enfatizó que su administración no obligará a las empresas de IA a pagar por cada artículo o material protegido utilizado en el entrenamiento de modelos avanzados. “No se puede esperar tener un programa de IA exitoso si se debe pagar por cada libro o artículo leído”, afirmó, sugiriendo que este enfoque no es práctico.
Una crítica a la regulación “woke”
Además de sus comentarios sobre la propiedad intelectual, Trump reiteró su oposición a lo que denomina la cultura woke. “Estamos eliminando lo woke”, declaró el presidente, asegurando que los ciudadanos estadounidenses no desean que la ideología marxista influya en los modelos de IA.
Este discurso se alinea con la tendencia de su administración hacia una política de IA menos regulada, buscando facilitar el desarrollo tecnológico sin las restricciones que, según él, podrían frenar la innovación. ¿Te imaginas lo que podría significar esto para el futuro de la tecnología? Esta postura resuena con las preocupaciones de diversas empresas tecnológicas que enfrentan litigios relacionados con el uso de materiales protegidos en el entrenamiento de sus herramientas de IA.
Desarrollo de políticas para la IA
En su intervención, Trump también mencionó un Plan de Acción de IA lanzado por su administración, que contiene más de 90 recomendaciones de políticas diseñadas para asegurar que Estados Unidos mantenga su liderazgo en la carrera de la inteligencia artificial frente a China. El informe de 28 páginas subraya que la IA es demasiado crucial como para ser sofocada por la burocracia en esta etapa temprana. ¿Acaso no es fascinante cómo esta tecnología podría cambiar nuestras vidas?
Entre las recomendaciones, se sugiere revisar las investigaciones de la Comisión Federal de Comercio para evitar teorías de responsabilidad que puedan obstaculizar la innovación en IA. También se propone retener financiamiento federal de aquellos estados que implementen legislaciones consideradas excesivamente restrictivas para el desarrollo de IA.
Reacciones y contexto legal
Los comentarios de Trump han resonado en un sector que busca mayor libertad a la hora de utilizar materiales protegidos. Adam Eisgrau, director senior de la Cámara de Progreso, expresó su apoyo a la postura del presidente, afirmando que las exigencias de licencias son poco prácticas y poco sensatas, ya que los materiales no son plagiados sino utilizados para aprender y desarrollar tecnologías transformadoras.
Sin embargo, la reciente introducción de un proyecto de ley por parte de los senadores Josh Hawley y Richard Blumenthal, que busca prohibir a las empresas de IA entrenar con obras protegidas sin permiso, indica que el debate sobre la regulación de la inteligencia artificial y la propiedad intelectual está lejos de concluir. La postura de Trump sugiere que la Casa Blanca no apoya este enfoque restrictivo.
A medida que la situación evoluciona, este tema promete generar un intenso debate en la intersección entre tecnología, propiedad intelectual y regulación gubernamental. ¿Qué opinas tú sobre el futuro de la inteligencia artificial y su regulación?
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