La reciente situación económica y las tensiones geopolíticas han llevado a la Unión Europea a replantearse su decisión de prohibir la venta de vehículos con motores de combustión interna a partir de 2035. En este contexto, la industria automotriz, golpeada por diversas crisis, está haciendo un llamado a las autoridades para que reconsideren esta normativa, abriendo un debate sobre el futuro de los automóviles en el continente.
El canciller alemán, Friedrich Merz, ha sido uno de los voceros más destacados de este movimiento.
Recientemente, envió una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, solicitando una revisión del bando. La respuesta de Bruselas no se hizo esperar. Apostolos Tzitzikostas, comisionado de Transporte Sostenible y Turismo, afirmó que la propuesta será considerada, lo que sugiere un cambio en la postura inicial de la UE.
Motivos detrás del cambio de dirección
La decisión de la UE de reconsiderar la prohibición de 2035 se debe, en parte, a la evolución de la situación económica y a los desafíos planteados por eventos recientes, como el conflicto en Ucrania y las repercusiones de la pandemia de COVID-19.
Estas circunstancias han resaltado la importancia de la seguridad energética y la necesidad de una transición más equilibrada hacia la sostenibilidad.
Impacto en la industria automotriz
Este nuevo enfoque permitirá que los motores de combustión interna permanezcan en el mercado después de 2035, siempre que utilicen combustibles renovables de bajo impacto. Entre estos, los e-fuels y los biocombustibles avanzados se destacan como opciones viables que podrían mitigar el impacto ambiental de estos vehículos tradicionales.
Particularmente interesante es la inclusión del diesel HVO100, un biocombustible elaborado a partir de aceites vegetales y grasas residuales, que permite una reducción de las emisiones de CO2 de hasta un 90% en comparación con el diesel convencional. Esta innovación técnica podría ofrecer una solución temporal que permita a los vehículos diésel continuar operativos, alineándose con los objetivos de descarbonización.
Un camino hacia la flexibilidad regulatoria
La revisión de la normativa sobre vehículos de combustión es un proceso en curso.
La fecha límite inicialmente establecida para la presentación del nuevo plan, el 10 de diciembre, ha sido postergada. Esta extensión brinda a la Comisión Europea más tiempo para considerar la inclusión de vehículos híbridos enchufables y aquellos con range extender en el nuevo marco regulatorio.
Adaptación a las nuevas realidades
La transición hacia una movilidad sostenible no se limita únicamente a la electrificación total. La Comisión Europea parece estar adoptando un enfoque más pragmático, permitiendo que los vehículos que utilizan tecnologías más limpias puedan coexistir con aquellos que aún dependen de combustibles fósiles, siempre que se cumplan las normativas de emisiones reducidas.
El impacto de esta decisión se extiende más allá de la industria automotriz, ya que refleja un cambio en la estrategia del Green Deal europeo para adaptarse a las complejidades globales actuales. Esto incluye la creación de un entorno más favorable para las empresas que producen automóviles eléctricos más asequibles, con el objetivo de estimular una demanda que ha mostrado signos de estancamiento.
La reciente apertura de la UE hacia los motores de combustión, siempre que utilicen combustibles sostenibles, sugiere un cambio significativo en la política automotriz europea. Aunque se prevé que la prohibición de nuevos vehículos a gasolina y diésel persista, la inclusión de alternativas más limpias podría ser un paso intermedio hacia una movilidad más sostenible en el futuro.


