El lanzamiento de Nucleus Embryo
Nucleus Genomics, una startup de pruebas genéticas fundada por Kian Sadeghi, ha vuelto a captar la atención del público con su reciente anuncio del producto Nucleus Embryo. Este nuevo servicio permite a los padres elegir entre embriones de fertilización in vitro (IVF) no solo basándose en la salud, sino también en características físicas y atributos complejos como el coeficiente intelectual (CI). La propuesta ha generado un intenso debate sobre la ética de la selección genética y las implicaciones de crear ‘bebés de diseño’.
Controversia en el ámbito de la genética
Desde su fundación en 2021, Nucleus ha estado en el centro de la controversia debido a sus afirmaciones sobre cómo la genética puede influir en diversas características humanas. La nueva herramienta de Nucleus Embryo promete evaluar embriones en función de genes asociados con enfermedades graves, pero también se adentra en el terreno de la estética y la inteligencia. Esto ha llevado a muchos críticos a cuestionar la moralidad de permitir que los padres seleccionen características como el color de ojos o la altura de sus hijos, así como la posibilidad de que se utilicen puntuaciones poligénicas para determinar el riesgo de trastornos complejos.
Reacciones y preocupaciones éticas
La reacción del público ha sido mixta, con muchos expresando su horror ante la idea de elegir atributos para los futuros hijos. Un comentario destacado en las redes sociales reflejó la inquietud de algunos inversores sobre las implicaciones de esta tecnología. A pesar de las críticas, Nucleus defiende su enfoque, argumentando que su método puede ayudar a los padres a tomar decisiones informadas sobre la salud de sus futuros hijos. Sin embargo, expertos en genética advierten que las puntuaciones poligénicas no son herramientas precisas para predecir resultados individuales, lo que plantea serias dudas sobre la validez de las afirmaciones de la empresa.
El futuro de la selección genética
A medida que la tecnología avanza, la posibilidad de seleccionar características genéticas en embriones se vuelve más accesible. Sin embargo, esto también plantea preguntas sobre la dirección que tomará la sociedad en relación con la ética de la genética. La idea de ‘bebés de diseño’ podría convertirse en una realidad, pero con ello vienen responsabilidades y consideraciones éticas que no deben ser ignoradas. La comunidad científica y el público en general deben participar en un diálogo abierto sobre las implicaciones de estas tecnologías y cómo pueden afectar el futuro de la humanidad.
