¿Alguna vez te has preguntado cómo se manejan las altas temperaturas en la electrónica de los satélites que orbitan nuestro planeta? Un equipo de investigación de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign está a la vanguardia de esta cuestión crucial. Liderados por el profesor Mickey Clemon, un experto en ciencia y ingeniería mecánica, están llevando a cabo experimentos innovadores para optimizar la gestión térmica en el espacio. Este esfuerzo es aún más notable, ya que se desarrolla en el contexto de un satélite que actualmente está en órbita, un verdadero logro considerando la baja tasa de éxito de las misiones respaldadas por universidades.
El reto del manejo térmico en el espacio
La gestión térmica en dispositivos electrónicos en el espacio es un desafío de gran relevancia. ¿Por qué? Porque en el vacío del espacio no hay convección que enfríe los equipos, y la generación de calor es bastante alta. Por lo tanto, es vital encontrar maneras efectivas de disipar este calor. En este contexto, el equipo ha desarrollado un sistema de disipadores de calor que emplea un material de cambio de fase basado en cera, que se funde dentro del rango de temperatura operativo de los dispositivos electrónicos. ¡Impresionante, verdad?
El profesor Clemon resaltó que “estamos probando diferentes ciclos de trabajo y regímenes de enfriamiento con los disipadores de calor fijos que hemos enviado al espacio”. Este enfoque no solo busca mejorar el diseño de los dispositivos electrónicos, sino que también proporciona información valiosa para las secuencias operativas en el entorno espacial. La cera derretida permite almacenar energía de manera más rápida, manteniendo así los componentes electrónicos a temperaturas seguras durante más tiempo.
Resultados prometedores y próximos pasos
Los primeros resultados de las pruebas han sido muy alentadores. La cera derretida ha demostrado extender considerablemente el tiempo que los dispositivos pueden operar dentro de un rango de temperatura seguro. Además, el entorno de microgravedad no afecta la orientación de la cera en los disipadores de calor, lo que sugiere que esta solución podría ser efectiva en condiciones espaciales. Clemon comentó: “Hemos desarrollado modelos simplificados para predecir el rendimiento de estos disipadores, lo que puede proporcionar una dirección inicial para los diseñadores sin necesidad de construir y probar físicamente cada diseño”.
Para poner a prueba sus innovaciones, el equipo desplegó su equipo de prueba a bordo de un CubeSat, un satélite miniaturizado compuesto por módulos cúbicos de 10 cm de lado. Este satélite fue lanzado en agosto de 2024 como parte de la misión Waratah Seed, que incluye varios experimentos, incluidos estos disipadores de calor. Clemon explicó que “alternamos nuestros experimentos con los de otras cargas útiles”, lo que refuerza la colaboración entre diferentes iniciativas de investigación.
Explorando el impacto del sol en el rendimiento
Con el satélite ya en órbita, el equipo tiene planes de continuar sus experimentos para investigar cómo la exposición al sol impacta el tiempo de operación de los dispositivos electrónicos. Clemon detalló: “Nuestra órbita dura aproximadamente 90 minutos, lo que nos brinda períodos de exposición al sol y períodos de sombra. Hay un perfil de calentamiento subyacente debido al sol, y queremos explorar este efecto en el tiempo de computación disponible para la electrónica”.
El equipo está compuesto por investigadores de diversas instituciones y colabora con la industria, lo que resalta la importancia de un enfoque multidisciplinario en la investigación espacial. Este trabajo no solo promete mejorar la gestión térmica de los satélites actuales, sino que también podría sentar las bases para futuras innovaciones en el diseño de sistemas electrónicos en el espacio. ¡Sin duda, un paso hacia el futuro de la tecnología espacial!