OpenAI ha lanzado un mensaje contundente aclarando que la oferta de tokens de la plataforma Robinhood no representa acciones reales de la empresa. En un tuit en su cuenta oficial de noticias en X, OpenAI enfatiza que no ha participado en la venta de estos tokens y que cualquier transferencia de acciones de OpenAI debe contar con su aprobación. La compañía advierte a los consumidores que tengan cuidado con estas ofertas, ya que no reflejan la verdadera propiedad en OpenAI.
Contexto de la situación
Todo comenzó cuando Robinhood anunció su intención de vender acciones tokenizadas de OpenAI, SpaceX y otras empresas privadas a consumidores en la Unión Europea. ¿Te imaginas poder invertir en las compañías más valiosas del mundo a través de la tecnología blockchain? Esa era la propuesta de Robinhood. Sin embargo, OpenAI se distanció rápidamente de estas afirmaciones, dejando claro que no existe una asociación entre ambas partes.
La declaración de OpenAI llegó como respuesta a la reacción pública tras el anuncio de Robinhood. “No nos asociamos con Robinhood, no estuvimos involucrados en esto y no lo respaldamos. Cualquier transferencia de acciones de OpenAI requiere nuestra aprobación; no hemos aprobado ninguna transferencia”, indicó la empresa. Este mensaje busca evitar confusiones entre los inversores sobre lo que realmente están comprando.
Las implicaciones de la oferta de Robinhood
Robinhood defendió su oferta, argumentando que los tokens son parte de una “donación limitada” destinada a ofrecer a los inversores minoristas una exposición indirecta a través de su participación en un vehículo de propósito especial (SPV). Pero, ¿qué significa esto realmente? En esencia, Robinhood posee acciones de un SPV que controla una cantidad determinada de acciones de OpenAI. Sin embargo, al igual que los tokens, las acciones del SPV no son una propiedad directa de OpenAI, lo que podría confundir a los inversores sobre el valor real de su inversión.
El CEO de Robinhood, Vlad Tenev, comentó que, aunque los tokens no son técnicamente “equidad”, permiten a los inversores minoristas tener una exposición a estos activos privados. “Nuestra donación planta una semilla para algo mucho más grande”, añadió, señalando que desde su anuncio han recibido interés de varias empresas privadas que desean unirse a esta “revolución de tokenización”. Pero, la falta de claridad por parte de Robinhood sobre su relación con el SPV ha dejado muchas preguntas en el aire.
Reacción de OpenAI y el panorama futuro
Después de su declaración inicial, OpenAI ha decidido no hacer más comentarios sobre la situación, reafirmando su postura firme en relación a la no autorización de la venta de sus acciones. Por su parte, Robinhood no ha respondido a preguntas adicionales sobre su SPV, lo que genera incertidumbre entre los inversores respecto a la viabilidad y legalidad de su oferta.
Este tipo de situaciones no son nuevas en el mundo de las empresas privadas. Frecuentemente, estas compañías se oponen a cualquier intento que pueda afectar la valoración de su capital. Por ejemplo, recientemente, la startup de robótica Figure AI envió cartas de cese y desistimiento a dos corredores que promocionaban acciones de la compañía en mercados secundarios, destacando la importancia de la autorización en la venta de acciones. La situación actual entre OpenAI y Robinhood podría ser solo el inicio de un debate más amplio sobre la tokenización de activos y su impacto en la industria tecnológica.