El clima de tensión se intensificó en las oficinas de OpenAI en San Francisco el pasado viernes, cuando se emitió una alerta a los empleados instándolos a permanecer en el interior de las instalaciones. Esta medida fue adoptada tras una amenaza recibida por la empresa, presuntamente vinculada a un exmiembro del grupo activista Stop AI.
Según un mensaje compartido por el equipo de comunicaciones internas en Slack, se informó que el individuo identificado había mostrado interés en causar daño físico a los empleados de OpenAI.
Esto generó un ambiente de inquietud entre el personal, que recibió instrucciones de actuar con precaución.
Detalles del incidente y medidas de seguridad
Alrededor de las 11 de la mañana, el Departamento de Policía de San Francisco recibió una llamada al 911 alertando sobre un hombre que supuestamente había hecho amenazas en las inmediaciones de 550 Terry Francois Boulevard, donde se encuentran las oficinas de OpenAI. Datos recopilados por la aplicación Citizen indicaron que el sospechoso podría haber adquirido armas con la intención de atacar a varias ubicaciones de OpenAI.
El sospechoso y su relación con el activismo
Curiosamente, horas antes del incidente, el hombre señalado había publicado en sus redes sociales que ya no formaba parte de Stop AI, un colectivo que se opone al desarrollo sin restricciones de la inteligencia artificial. Esta revelación ha planteado preguntas sobre la veracidad de su supuesta amenaza y su conexión con el grupo activista.
El equipo de comunicaciones de OpenAI compartió imágenes del individuo con los empleados para ayudarles a identificarlo.
Posteriormente, un alto funcionario del equipo de seguridad aseguró que, hasta el momento, no había indicios de que existiera una amenaza activa, pero que la situación seguía bajo evaluación.
El contexto de las protestas contra la inteligencia artificial
En los últimos años, varios grupos como Stop AI, No AGI y Pause AI han organizado protestas frente a las oficinas de diversas compañías de inteligencia artificial, incluyendo OpenAI y Anthropic. Estas manifestaciones han sido motivadas por el temor de que el desarrollo desenfrenado de la inteligencia artificial pueda representar un riesgo significativo para la humanidad.
Un ejemplo notable ocurrió en febrero, cuando activistas fueron arrestados tras bloquear las puertas de la oficina de OpenAI en Mission Bay. La creciente preocupación por la inteligencia artificial ha llevado a un diálogo más intenso sobre la necesidad de una regulación adecuada en este campo.
Declaraciones del grupo Stop AI
En un comunicado de prensa emitido el año pasado, el individuo que ahora es sospechoso de amenazar a los empleados de OpenAI fue descrito como un organizador del movimiento. En sus declaraciones, expresó que consideraría su vida como “no digna de ser vivida” si la inteligencia artificial reemplazara a los humanos en la investigación científica y en el ámbito laboral. Estas afirmaciones ponen de relieve la polarización en torno a la percepción pública sobre la inteligencia artificial.
El activista también mencionó que, aunque Pause AI puede parecer radical para algunos en la comunidad tecnológica, en la opinión pública general, detener el desarrollo de la inteligencia artificial avanzada no es visto como algo extremo.
Reflexiones sobre la seguridad y el futuro
Con el trasfondo de estos eventos, OpenAI ha reforzado sus controles de seguridad y ha instado a sus empleados a evitar identificarse como parte de la empresa mientras se evalúa la situación. Las medidas adoptadas incluyen la retirada de las insignias de identificación al salir del edificio y la recomendación de no usar prendas con el logotipo de OpenAI.
Según un mensaje compartido por el equipo de comunicaciones internas en Slack, se informó que el individuo identificado había mostrado interés en causar daño físico a los empleados de OpenAI. Esto generó un ambiente de inquietud entre el personal, que recibió instrucciones de actuar con precaución.0
