La distribución de Linux conocida como pearOS ha recorrido un camino interesante desde su creación. Originalmente, se lanzó como una variante de Debian, pero tras varios cambios de nombre y propiedad, se ha convertido en un sistema operativo basado en Arch Linux. A lo largo de los años, se han realizado esfuerzos por revivir el concepto que David Tavares introdujo en, ofreciendo una interfaz que recuerda a macOS.
El actual desarrollador, Alexandru Bălan, ha transformado pearOS en una plataforma más moderna y robusta, incorporando el entorno de escritorio KDE Plasma 6.5.3 y el kernel 6.17.
Esto significa que, además de su diseño atractivo, los usuarios se benefician de un sistema operativo estable y eficiente.
Un entorno de escritorio similar a macOS
Al iniciar pearOS por primera vez, los usuarios son recibidos por un entorno de escritorio que evoca la estética de versiones anteriores de macOS. Este diseño incluye un menú de aplicaciones conocido como PearFinder, que se asemeja al Launchpad de Apple, facilitando la navegación entre aplicaciones y archivos.
Interfaz de usuario y características
La interfaz de pearOS se ha diseñado cuidadosamente para incluir características familiares para los usuarios de macOS. Por ejemplo, el panel superior tiene una función similar a KRunner, que permite realizar búsquedas rápidas de archivos y programas, emulando la funcionalidad del Spotlight de Apple. Además, la implementación de un área de notificaciones denominada FlexHub recuerda al Notification Center de macOS.
A pesar de su apariencia atractiva, pearOS cuenta con un número limitado de aplicaciones preinstaladas, lo que podría sorprender a algunos usuarios.
Sin embargo, la integración de KDE Discover con soporte para Flatpak permite a los usuarios instalar fácilmente una amplia variedad de software adicional.
Rendimiento y estabilidad del sistema
Una de las ventajas de pearOS es su modelo de rolling release, lo que significa que los usuarios solo necesitan instalar el sistema una vez y recibirán actualizaciones periódicas. Este enfoque es ideal para quienes buscan evitar las molestias de reinstalaciones frecuentes.
El rendimiento de pearOS es sólido, aunque no se clasifica como un sistema ligero. Con el kernel 6.17 y un entorno KDE Plasma optimizado, los usuarios experimentan una interfaz fluida y receptiva. Durante las pruebas, pearOS demostró ser capaz de manejar aplicaciones de inteligencia artificial, incluso con hardware modesto. Sin embargo, se observó un pequeño inconveniente al configurar la zona horaria, lo que requirió ajustes manuales desde la terminal.
Desafíos y consideraciones
A pesar de su atractivo, pearOS aún enfrenta algunos desafíos técnicos. Se identificó un problema con el icono de descargas que no mostraba archivos almacenados, lo que sugiere que hay aspectos que requieren atención. Sin embargo, el desarrollador ha expresado su intención de seguir mejorando el sistema, incluyendo el futuro lanzamiento de un nuevo entorno de escritorio llamado Soda DE.
En resumen, pearOS es una opción emocionante para aquellos que desean una experiencia similar a macOS en un entorno Linux. Con su combinación de elegancia y funcionalidad, esta distribución tiene el potencial de atraer a nuevos usuarios y revitalizar el interés en el ecosistema de Linux.
