A medida que la inteligencia artificial avanza a pasos agigantados, surgen preocupaciones sobre su influencia en el empleo. Según un estudio del MIT, se estima que un 11.7% de los empleos actuales podría ser susceptible de automatización. Este fenómeno no solo ha llevado a la eliminación de posiciones de entrada, sino que también ha sido utilizado como justificación en despidos recientes.
Predicciones sobre la IA y el empleo
Un estudio reciente de TechCrunch revela la opinión de varios inversores de capital de riesgo.
Ellos consideran que el año 2026 podría marcar un punto de inflexión en la relación entre la IA y la fuerza laboral. Aunque la encuesta no indagó directamente sobre este tema, los resultados indican que hay una creciente conciencia sobre el impacto de la IA en el mercado laboral.
El futuro laboral y la automatización
Eric Bahn, cofundador de Hustle Fund, anticipa que los roles tradicionalmente repetitivos, así como aquellos que requieren un mayor nivel de lógica, serán automatizados.
Sin embargo, persiste la incertidumbre. ¿Aumentarán los despidos? ¿Se incrementará la productividad, o la inteligencia artificial (IA) se convertirá en un complemento que mejore la eficiencia de los trabajadores actuales? Las respuestas a estas preguntas aún son ambiguas, pero existe un consenso: algo significativo está por venir.
Reasignación de recursos en las empresas
Marell Evans, fundador de Exceptional Capital, señala que la creciente inversión en IA llevará a las empresas a redirigir fondos que antes se destinaban a la contratación de personal.
Esto podría resultar en una reducción de la mano de obra existente y afectar negativamente la tasa de empleo en Estados Unidos, de acuerdo con sus pronósticos.
La IA como herramienta de despido
Rajeev Dham, director general de Sapphire, anticipa que, a partir de 2026, los presupuestos empezarán a redirigir recursos de la fuerza laboral hacia la inteligencia artificial. Por su parte, Jason Mendel de Battery Ventures vaticina que la IA dejará de ser una mera herramienta para optimizar la eficiencia y comenzará a automatizar completamente ciertos procesos laborales.
Este cambio podría marcar el inicio de un nuevo paradigma, donde agentes de software asuman funciones que antes eran exclusivas de los seres humanos.
La narrativa de la IA y el empleo
Antonia Dean, socia de Black Operator Ventures, señala que, aunque las empresas no estén reconfigurando sus presupuestos laborales para proyectos de IA, es probable que utilicen esta tecnología como justificación para realizar recortes de personal o reducir costos laborales. Esta situación genera un escenario complejo, donde la inversión en IA se presenta como un esfuerzo por innovar, mientras que en realidad puede servir para encubrir decisiones empresariales difíciles.
La percepción de la automatización
A pesar de que muchas empresas tecnológicas aseguran que su misión es facilitar la transición hacia tareas más creativas y complejas, la preocupación por la automatización se mantiene vigente. De acuerdo con inversores de capital de riesgo, las inquietudes sobre la posible pérdida de empleo por el avance de la inteligencia artificial (IA) no se disiparán en 2026. Muchos trabajadores sienten que sus puestos están en riesgo de ser reemplazados por máquinas, y esta ansiedad podría intensificarse en los próximos años.
La inteligencia artificial está transformando el futuro del trabajo. En este contexto, la reconversión de habilidades y la formación continua se vuelven esenciales. Es fundamental que los trabajadores se preparen para un entorno laboral en constante cambio. Con la evolución de la IA, la capacidad de adaptación y el aprendizaje serán determinantes para no solo sobrevivir, sino también para prosperar en la nueva economía.

