En un movimiento inesperado que ha provocado un fuerte impacto en el sector energético, el Departamento de Energía (DOE) anunció el miércoles por la noche la decisión de rescindir 321 premios, que en total suman $7.56 mil millones, destinados principalmente a impulsar iniciativas de energía limpia. Esta cancelación plantea interrogantes cruciales sobre el futuro de diversos proyectos energéticos y las implicaciones más amplias para la política ambiental.
Aunque el DOE aún no ha publicado una lista completa que detalle los proyectos específicos afectados, informes de fuentes como E&E News y Heatmap indican que una parte significativa de estas cancelaciones ha impactado a estados que apoyaron a Kamala Harris en las últimas elecciones presidenciales. Curiosamente, algunos proyectos en estados tradicionalmente republicanos que respaldaron a Donald Trump también fueron incluidos en los recortes.
Alcance de las cancelaciones
Entre las víctimas más destacadas de esta decisión se encuentran varios proyectos de captura directa de aire y centros de hidrógeno. Por ejemplo, el ambicioso centro de hidrógeno de California, conocido como Alliance for Renewable Clean Hydrogen Energy Systems, iba a recibir $1.2 mil millones, pero ha sido cancelado. Informes sugieren que proyectos similares en Texas y Luisiana también enfrentaron cancelaciones, lo que indica un amplio alcance en diferentes estados.
En total, al menos 10 iniciativas de captura directa de aire con una pérdida de financiamiento estimada en $47.3 millones fueron afectadas; sin embargo, proyectos en estados como Alaska, Kentucky, Luisiana y Dakota del Norte lograron escapar de los recortes. La industria del petróleo y gas ha mostrado históricamente apoyo por las tecnologías de captura directa de aire, ya que el dióxido de carbono recolectado puede ser utilizado para mejorar la recuperación de petróleo de pozos menos productivos.
Estados afectados y ramificaciones políticas
Los contratos cancelados tienen implicaciones generalizadas en múltiples estados, incluyendo, entre otros, Colorado, Connecticut, Delaware, Florida, Hawái, Illinois, Iowa, Maryland, Massachusetts, Minnesota, Nueva Hampshire, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Oregón, Tennessee, Vermont y Washington. Los estados que votaron por Harris son particularmente notables en este contexto.
El director de la Oficina de Administración y Presupuesto, Russell Vought, confirmó la lista de estados afectados a través de un tuit, enmarcando las cancelaciones como un movimiento político significativo destinado a amplificar divisiones durante el actual estancamiento gubernamental. Vought comentó que “la agenda climática de la izquierda está siendo cancelada,” enfatizando la naturaleza partidista de estas decisiones.
Antecedentes sobre los premios y su importancia
Los premios en cuestión fueron inicialmente asignados por el DOE a través de varias divisiones, incluyendo la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada en Energía, Demostraciones de Energía Limpia, Eficiencia Energética y Energías Renovables, Energía Fósil, Despliegue de Redes y Fabricación y Cadenas de Suministro Energético. Notablemente, el 26% de estos premios fueron otorgados entre el Día de las Elecciones y el Día de la Inauguración, reflejando una distribución estratégica de recursos durante un periodo de transición en el gobierno.
Los beneficiarios de estos premios ahora tienen un plazo de 30 días para impugnar las cancelaciones. Esta situación coloca a muchas empresas y entidades de investigación en una posición precaria mientras intentan mantener su financiamiento y continuar con sus proyectos.
Desafíos legales y contexto administrativo
La administración actual se ha manifestado en contra de la transición de los combustibles fósiles. Justo la semana pasada, el DOE emitió una directiva que prohíbe al personal utilizar términos como “cambio climático” y “emisiones,” señalando un claro cambio en la política. Este no fue un incidente aislado; a principios de mayo, el DOE ya había cancelado premios por valor de $3.7 mil millones en energía limpia y fabricación, afectando a una amplia gama de industrias, desde la fabricación de metales hasta plantas químicas operadas con combustibles fósiles.
Estas agresivas cancelaciones han provocado una reacción legal, con varios beneficiarios de premios que han presentado demandas contra el gobierno en un intento por mantener sus contratos. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) también ha enfrentado desafíos legales tras sus propias cancelaciones por un total de $20 mil millones, lo que ha llevado a resultados mixtos en los tribunales, donde las decisiones han sido inconsistentes.
Aunque el DOE aún no ha publicado una lista completa que detalle los proyectos específicos afectados, informes de fuentes como E&E News y Heatmap indican que una parte significativa de estas cancelaciones ha impactado a estados que apoyaron a Kamala Harris en las últimas elecciones presidenciales. Curiosamente, algunos proyectos en estados tradicionalmente republicanos que respaldaron a Donald Trump también fueron incluidos en los recortes.0