Esta semana, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), bajo la administración de Donald Trump, ha tomado una decisión que ha generado controversia: se ha implementado una prohibición que afecta la distribución de todos los nuevos modelos de drones fabricados fuera de los Estados Unidos. Diciéndolo sin rodeos, la FCC justifica esta medida como un intento de proteger la seguridad nacional.
Según la FCC, los ciudadanos estadounidenses que ya poseen drones importados podrán seguir utilizándolos.
Sin embargo, la llegada de nuevos modelos queda totalmente prohibida. Este cambio no es un hecho aislado; se produce en un contexto más amplio de inquietud por el uso potencial de drones por parte de actores hostiles, criminales y terroristas que podrían amenazar la seguridad del país.
Justificación de la prohibición
El pasado lunes, la FCC publicó un documento donde se destaca que los drones y sus componentes críticos importados representan un riesgo inaceptable para la seguridad nacional.
Esta actualización de la Lista de Productos Cubiertos abarca todos los sistemas de aeronaves no tripuladas (UAS) y sus componentes esenciales fabricados en el extranjero.
Declaraciones del presidente de la FCC
Brendan Carr, presidente de la FCC, manifestó su respaldo a esta medida, subrayando su importancia para proteger los intereses de los ciudadanos estadounidenses. “Aplaudo esta determinación de seguridad nacional por parte del Ejecutivo. Estoy satisfecho de que la FCC haya incluido los drones extranjeros en nuestra lista de productos cubiertos, ya que representan un riesgo inaceptable”, afirmó Carr.
En este contexto, Carr subrayó que, bajo el liderazgo del presidente Trump, la FCC trabajará de la mano con los fabricantes de drones estadounidenses para garantizar una dominancia en el sector nacional de drones.
Impacto en la industria de drones
Esta nueva regulación promete afectar a diversas empresas, siendo DJI, el fabricante de drones más destacado a nivel mundial, uno de los más afectados. DJI ha disfrutado de una posición preeminente en el mercado estadounidense, consolidándose como la marca preferida por los consumidores.
Reacción de DJI
Al ser consultada por TechCrunch, la compañía DJI expresó su descontento con la decisión de la FCC. En su comunicado, afirmaron: “DJI está decepcionada por la acción de la Comisión Federal de Comunicaciones al añadir drones de fabricación extranjera a la Lista de Productos Cubiertos. Aunque no se nos ha mencionado de forma específica, no se ha proporcionado información sobre los criterios utilizados por el Ejecutivo para llegar a esta conclusión.”
A pesar de la prohibición, DJI reafirmó su compromiso con el mercado estadounidense. La empresa continuó argumentando que sus productos son de los más seguros y confiables, respaldados por años de evaluaciones por parte de agencias gubernamentales y entidades independientes de Estados Unidos.
Contexto de la administración Trump
A lo largo de su mandato, el presidente Trump ha mantenido una postura decidida frente a las empresas chinas. Ha impulsado políticas que buscan fortalecer la producción de drones fabricados en EE. UU. y proteger la cadena de suministro del país de la influencia extranjera.
Diciéndonos la verdad: esta prohibición de drones se basa en un decreto ejecutivo aprobado en junio. Su objetivo es fomentar un sector de drones doméstico fuerte y seguro, asegurando que la cadena de suministro de EE. UU. no esté bajo el control o explotación de actores extranjeros.
La realidad es menos politically correct: con esta nueva regulación, el panorama para los consumidores y las empresas que dependen de los drones podría cambiar drásticamente. ¿Qué significa esto para el futuro de la industria de drones en el país y las opciones disponibles para los usuarios finales?

