En la era temprana de las redes sociales, plataformas como Instagram y Twitter promovían un sentido de comunidad y conexión. Zehra Naqvi, una apasionada seguidora de los fandoms de One Direction y Marvel, recuerda con nostalgia aquellos tiempos en los que compartir fotos de lattes artísticamente elaborados o participar en bromas amistosas era la norma. Sin embargo, a medida que estas plataformas han evolucionado, también lo ha hecho su propósito, a menudo priorizando el **scrolling** y las métricas de engagement sobre la auténtica conexión humana.
En la actualidad, Instagram está dominado por los influencers, mientras que Twitter se ha transformado en ‘X’, un centro de intenso debate político. Naqvi reflexiona sobre esta evolución y señala que las plataformas que han prevalecido son aquellas que mantienen a los usuarios comprometidos por más tiempo, a menudo a costa de interacciones auténticas. Ella expresa una realidad conmovedora: “Ahora hay una abundancia de contenido, pero una escasez de alegría.” Ante este creciente descontento, Naqvi ha lanzado su emprendimiento, Lore, con el objetivo de atender a los fandoms y comunidades más pequeñas.
El auge de las comunidades basadas en intereses
La iniciativa de Naqvi representa un cambio hacia espacios en línea impulsados por intereses, donde los usuarios buscan conexiones basadas en pasiones compartidas, en lugar de redes sociales amplias. Según Natalie Dillon, inversora de consumo en Maveron, se observa una tendencia notable entre los emprendedores a crear plataformas que priorizan la participación sobre el mero desempeño. “Para la próxima generación, la comunidad no es una característica añadida a un producto. Es el producto”, afirma, subrayando la importancia de construir experiencias que resuenen a un nivel más profundo.
Ejemplos de plataformas de nicho
Varias aplicaciones innovadoras destacan esta tendencia. Por ejemplo, Beli permite a los usuarios intercambiar recomendaciones de restaurantes con amigos, mientras que Fizz conecta a estudiantes universitarios. Otros ejemplos notables son Co-Star, que fomenta la conexión a través de la astrología, y Partiful, que ayuda a coordinar eventos entre amigos. Estas plataformas recuerdan los primeros días de las redes sociales, donde los usuarios experimentaban conexiones auténticas en lugar de ser solo un número.
La visión de Naqvi para Lore es recrear ese sentido de pertenencia en un mundo que se ha vuelto excesivamente fragmentado. “Los espacios de nicho permiten a las personas ser específicas y mostrarse tal como son sin perderse en el algoritmo”, enfatiza. Esta perspectiva contrasta marcadamente con la generación anterior de redes sociales, que prosperó en métricas como el conteo de seguidores y las tasas de interacción.
Desafíos de las grandes plataformas
Las grandes plataformas de redes sociales suelen utilizar algoritmos que seleccionan contenido según las preferencias de los usuarios. Esto resulta en una cantidad abrumadora de información que puede parecer impersonal. Según Naqvi, hemos alcanzado un punto de saturación donde los usuarios se sienten fatigados por el constante bombardeo de contenido. El auge de plataformas especializadas es una respuesta evidente a esta desilusión con las opciones convencionales.
Como señala Claire Wardle, profesora asociada en la Universidad de Cornell, los usuarios están cada vez más preocupados por el tiempo que pasan en línea, la efectividad de la moderación de contenido y el impacto de entornos hiper-políticos. Aunque existen excepciones como TikTok y Threads de Facebook, que han conseguido bases de usuarios significativas, aún conservan características de la generación anterior de redes sociales.
La importancia de las plataformas centradas en la comunidad
Están surgiendo nuevas plataformas que priorizan las conexiones comunitarias por encima de la cantidad de seguidores. Un ejemplo es Spill, fundada por Alphonzo Terrell, que se ha convertido en un refugio seguro para usuarios marginados que buscan un entorno más solidario. El diseño de Spill fomenta la interacción entre los usuarios a través de comunidades basadas en intereses comunes, promoviendo conexiones más profundas mediante actividades grupales como noches de cine virtuales y juegos.
De manera similar, Blacksky, creada por Rudy Fraser, resalta la importancia de ofrecer experiencias personalizadas a sus usuarios. Al centrarse en grupos marginados, Blacksky incorpora características que permiten a los usuarios filtrar contenido negativo, lo que resulta en una experiencia en línea más placentera. Además, los usuarios pueden votar sobre las normas comunitarias y tomar decisiones colectivas, lo que refuerza su sentido de pertenencia y autonomía dentro de la plataforma.
El papel de la tecnología en la formación de comunidades
La inteligencia artificial está desempeñando un papel crucial en la evolución de estas comunidades especializadas. Según Austin Clements, socio gerente de Slauson & Co., los fundadores están aprovechando la IA para desarrollar aplicaciones que comprenden las sutilezas de sus audiencias específicas. El resultado es una variedad de herramientas diseñadas para mejorar la experiencia del usuario y fomentar conexiones genuinas.
La plataforma de Naqvi, Lore, incluye un motor de búsqueda impulsado por IA que permite a los usuarios explorar en profundidad sus pasiones. Como ella misma describe, “Es como Wikipedia, pero si Wikipedia supiera exactamente lo que estoy pensando”. Este enfoque personalizado busca transformar la forma en que los usuarios interactúan con sus intereses, ofreciendo información y actualizaciones adaptadas a sus pasiones.
A medida que el panorama de las redes sociales sigue evolucionando, los espacios más exitosos serán aquellos que logren combinar intimidad, utilidad y creatividad. Los usuarios han manifestado un deseo creciente de establecer conexiones más significativas. Así, el futuro de las redes sociales se enfoca en construir comunidades que prioricen la profundidad sobre la amplitud, recuperando la alegría que alguna vez definió las interacciones en línea.