Un grupo de científicos ha logrado un avance notable en el ámbito de la visualización tridimensional al desarrollar un display 3D ultradelgado. Esta innovadora tecnología no solo mejora la calidad de imagen, sino que también ofrece un amplio ángulo de visión, lo que podría transformar diversas industrias, desde la educación hasta el entretenimiento y la salud.
La pantalla, que tiene solo 28 mm de grosor, es considerablemente más delgada en comparación con los sistemas de retroiluminación direccional convencionales, que suelen superar los 500 mm. Xu Liu, líder del equipo de investigación en la Universidad de Zhejiang, China, afirmó: «Esta compacidad, junto con un aumento considerable en la resolución, es un paso crucial para hacer que esta tecnología sea práctica para productos del mundo real».
Características del nuevo display 3D
Publicados en la revista Optica, los investigadores han presentado un prototipo de pantalla de 32 pulgadas basado en su diseño innovador. Este dispositivo, que se asemeja a un monitor de computadora grande, cuenta con un ángulo de visión superior a 120° y un volumen de visualización 3D de 28 × 16 × 39 pulgadas. Según Rengmao Wu, coautor del estudio, «el display 3D mantiene una calidad de imagen nítida en toda su profundidad de imagen, lo que puede ayudar a los usuarios a visualizar relaciones espaciales para tareas que requieren una comprensión espacial precisa».
Aplicaciones en la medicina
El uso de esta tecnología tiene el potencial de ser revolucionario en el campo de la medicina. Por ejemplo, podría facilitar a los médicos la visualización de estructuras anatómicas complejas en tiempo real, como tumores o fracturas. La capacidad de observar estos detalles en tres dimensiones, sin necesidad de usar gafas 3D, podría cambiar la forma en que los profesionales de la salud diagnostican y tratan a los pacientes.
Cómo funciona la pantalla 3D
La tecnología detrás de esta pantalla 3D se basa en displays de campo luminoso, que crean una escena mediante el uso de una retroiluminación direccional. Esta metodología permite que cada ojo perciba una imagen ligeramente diferente, generando una sensación de profundidad natural sin necesidad de gafas 3D. La calidad del efecto tridimensional depende de la construcción precisa de los voxeles, los píxeles tridimensionales que forman la imagen, así como de su cantidad y tamaño. Voxeles más pequeños y bien construidos son capaces de ofrecer un mayor nivel de detalle y profundidad más realista.
Mejoras en la precisión de los voxeles
Según Xinzhu Sang de la Universidad de Beijing de Telecomunicaciones, quien contribuyó significativamente al proyecto, «en los displays de campo luminoso que utilizan rejillas de difracción o arreglos de lentes cilíndricos, el tamaño de los voxeles está fundamentalmente limitado por la dispersión angular de la iluminación de la retroiluminación». Sin embargo, el nuevo sistema mejora notablemente la precisión en la construcción de los voxeles en comparación con las pantallas 3D basadas en retroiluminación por dispersión, logrando una miniaturización significativa y un aumento importante en la resolución.
Perspectivas futuras y comercialización
El equipo de investigadores sigue trabajando en la reducción del grosor y el peso de la pantalla mientras buscan mejorar su eficiencia óptica. Para llevar esta tecnología al mercado, reconocen que se necesita un mayor desarrollo en la creación de estructuras de píxeles más pequeñas, aumentar la densidad de píxeles y optimizar la forma de los píxeles para mejorar la compatibilidad con la tecnología de pantallas 3D. La investigación continúa, y los científicos están emocionados por las posibilidades que esta nueva pantalla puede ofrecer en diversas aplicaciones.
Este avance en la tecnología de pantallas 3D ultradelgadas representa un paso significativo que podría abrir nuevas fronteras en la forma en que interactuamos con imágenes tridimensionales, ofreciendo experiencias más inmersivas y detalladas en distintos campos.


