Después de más de seis meses de silencio en las redes sociales, el fundador de FTX, Sam Bankman-Fried, conocido como SBF, resurgió el 23 de septiembre con un escueto mensaje en su cuenta de X que decía «gm», una abreviatura de «good morning» (buenos días). Desde entonces, su cuenta ha estado activa publicando mensajes que han generado un gran revuelo.
Actualmente, Bankman-Fried cumple una condena de 25 años en una prisión de California tras ser declarado culpable en noviembre de 2025 de varios delitos relacionados con fraude y conspiración, en el contexto del colapso de su intercambio de criptomonedas FTX.
Tras su sentencia, anunció su intención de apelar. Aunque ha estado relativamente ausente de la opinión pública, su estrategia parece estar tomando un nuevo rumbo.
Estrategia de comunicación desde prisión
Desde su encarcelamiento, Bankman-Fried ha encontrado formas de hacer eco de su voz. A pesar de que no tiene acceso directo a Internet, se informa que un amigo está gestionando su cuenta de X, donde ha comenzado a criticar a los administradores de la quiebra de FTX y a desmentir ciertas narrativas sobre la situación financiera de la empresa cuando colapsó.
Según sus publicaciones, el dinero nunca estuvo realmente perdido, sino que estaba atrapado en activos ilíquidos.
Entrevistas y opiniones familiares
Además de su actividad en redes sociales, Bankman-Fried ha concedido entrevistas desde la prisión, incluyendo una con el medio Mother Jones. En estas charlas, ha mantenido una postura similar a la de sus publicaciones en X, defendiendo su inocencia y afirmando que no cometió fraude. Su madre, Barbara Fried, profesora de derecho, lanzó un Substack titulado «El juicio de Sam Bankman-Fried», donde argumenta que su hijo no tuvo un juicio justo.
Esta publicación de 65 páginas aboga por la inocencia de SBF.
Un enfoque de doble vía para la apelación
El regreso de Bankman-Fried a la atención pública podría interpretarse como un esfuerzo concertado en dos frentes: por un lado, busca apelar su condena en las cortes, y por otro, intenta ganar la simpatía del público. Sin embargo, expertos legales advierten que la percepción pública no tendrá impacto directo en el resultado de su apelación.
No obstante, podría influir en sus esfuerzos por obtener un indulto presidencial de Donald Trump, quien ha perdonado a diversas figuras del ámbito cripto desde su regreso a la Casa Blanca en enero.
Las bases legales de su apelación
El argumento clave en la apelación de Bankman-Fried se basa en la afirmación de que el jurado solo recibió una visión parcial de los hechos. Según sus abogados, el juez Lewis Kaplan limitó la presentación de pruebas que podrían haber debilitado la acusación, lo que resultó en un juicio desequilibrado. En un documento presentado en enero, sus abogados argumentaron que el juez favoreció a la fiscalía al permitir información errónea que perjudicó a su cliente.
Desafíos y perspectivas futuras
Recientemente, durante una audiencia, la reacción de los jueces a los argumentos de Bankman-Fried fue escéptica, sugiriendo que no estaban convencidos de que su juicio hubiera sido injusto. La probabilidad de que una apelación criminal tenga éxito es, en general, baja, estimándose entre un 5 y un 10 por ciento. Las dificultades específicas de su caso, relacionadas con la discreción judicial, hacen que las perspectivas sean aún más sombrías.
La decisión del tribunal podría anunciarse en cualquier momento, ya que los jueces pueden tardar desde un mes hasta varios años en emitir un veredicto tras los argumentos orales. En su juicio, se mencionó que Bankman-Fried estaba dispuesto a arriesgar todo en una apuesta, lo que refleja su actual estrategia de intentar cambiar las cosas desde dentro de la prisión.
El camino hacia el indulto
Desde que Trump asumió nuevamente la presidencia, ha indultado a varios líderes del sector criptográfico. Su postura de considerar a su administración como víctima de la “guerra legal” podría hacer que Bankman-Fried sea visto con más simpatía si logra presentar su argumento de que ha sido malinterpretado por los fiscales. Las publicaciones recientes de Bankman-Fried y su familia parecen reforzar esta narrativa de inocencia y de desviar la culpa hacia abogados que, según ellos, se beneficiaron de la situación de quiebra.
A pesar de sus intentos por cambiar la narrativa, muchos de los acreedores de FTX, que perdieron grandes sumas debido al colapso, continúan viendo a Bankman-Fried como el responsable de sus pérdidas. La batalla legal y mediática que enfrenta es solo una parte de un panorama más amplio de las consecuencias de su legado en el mundo de las criptomonedas.

