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Substack, la plataforma que prometía revolucionar el periodismo independiente, está atravesando un momento crucial que podría poner en jaque su modelo de negocio. En las últimas semanas, hemos visto una controversia creciente en torno a la salida de periodistas de medios tradicionales en busca de mayor libertad de expresión. ¿Qué significa esto para el futuro del periodismo? Desde el despido de Terry Moran de ABC News hasta la proliferación de voces en esta herramienta, el panorama del periodismo independiente se está transformando rápidamente.
El impacto de las controversias en la carrera de los periodistas
Antes del 8 de junio, Terry Moran, un periodista respetado de ABC News, no era un nombre conocido fuera de los círculos informativos. Pero su reputación cambió drásticamente cuando publicó en la red social X que Stephen Miller, exjefe de personal adjunto de Trump, era “un odioso de clase mundial”. A pesar de que sus comentarios eran defendibles, Moran fue suspendido y posteriormente despedido por ABC. Esto lo llevó a buscar nuevas plataformas para expresar su voz. El 11 de junio, comenzó a escribir en Substack, lo que refleja una tendencia creciente entre los periodistas que buscan escapar de las restricciones de los medios tradicionales. ¿Acaso no es un reflejo de la búsqueda de autenticidad en un mundo mediático tan controlado?
La realidad es que muchos profesionales de la prensa están optando por Substack como un refugio ante despidos, frustraciones laborales o simplemente el deseo de una mayor libertad creativa. Figuras como Jennifer Rubin y Mehdi Hassan han encontrado en esta plataforma un nuevo hogar para sus escritos, destacando el atractivo que Substack ha tenido para aquellos que buscan independizarse del control editorial. ¿Te imaginas poder escribir lo que realmente piensas, sin filtros?
Desafíos financieros y la percepción del público
A pesar de su popularidad, algunos analistas han comenzado a cuestionar la viabilidad financiera de Substack. Eric Newcomer, a través de su propio Substack, anunció una afluencia de grandes nombres y reportó que la plataforma generaba unos 45 millones de dólares anuales en ingresos. Sin embargo, Dylan Byers de Puck ha puesto en duda esta cifra, sugiriendo que la mayoría del contenido en Substack es de calidad mediocre y que la plataforma intenta ser valorada como una empresa tecnológica, lo que podría ser un error crítico frente a sus competidores. ¿Realmente vale la pena invertir en este tipo de contenido?
Además, la fatiga de suscripciones es otro fenómeno que afecta a Substack. Muchos periodistas suelen cobrar tarifas mensuales de 5 a 10 dólares o anuales de 50 a 150 dólares. Aunque algunos ofrecen contenido gratuito, los mejores artículos suelen reservarse para los suscriptores de pago. Esto se traduce en un valor poco atractivo en comparación con las suscripciones a publicaciones más establecidas, que ofrecen una mayor variedad y calidad de contenido. ¿Es este el futuro que queremos para el periodismo?
El futuro incierto de Substack
Recientemente, varios periodistas han decidido abandonar Substack en busca de alternativas que les ofrezcan mejores condiciones, como una mayor parte de los ingresos. Por ejemplo, el periodista Newton ha migrado a una plataforma llamada Ghost debido a su insatisfacción con las políticas de Substack. Esta tendencia señala una posible crisis de identidad para Substack, que originalmente se presentó como un defensor del periodismo independiente. ¿Estamos viendo el fin de una era?
El cambio de enfoque de Substack hacia un modelo más centrado en el contenido audiovisual, como videos y podcasts, ha suscitado dudas sobre su compromiso con la escritura, que queda relegada a un segundo plano. A medida que la competencia en el ámbito digital se intensifica, el futuro de Substack como pilar del periodismo independiente se torna incierto. Mientras tanto, los periodistas se enfrentan a un dilema: ¿deberían continuar apostando por plataformas que, a pesar de su potencial, pueden no ser sostenibles a largo plazo? La respuesta a esta pregunta podría definir no solo el futuro de Substack, sino también el del periodismo independiente en la era digital.
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