En un movimiento audaz hacia la conducción completamente autónoma, Tesla ha comenzado a probar su nuevo servicio de robotaxi en Austin, Texas, sin la presencia de un monitor de seguridad en el vehículo. Este avance, que se produce aproximadamente seis meses después del inicio de la fase de pruebas, representa un paso significativo en el objetivo de Elon Musk de ofrecer un servicio comercial de robotaxis.
Desde el lanzamiento de su proyecto, Musk ha reiterado que sus vehículos están a solo una actualización de software de alcanzar la plena autonomía.
Ahora, con la eliminación de los monitores humanos, Tesla se posiciona para competir de manera más efectiva contra empresas del sector, como Waymo, que hasta ahora ha liderado en términos de seguridad.
Los hechos
A medida que Tesla avanza hacia la eliminación de supervisores en sus robotaxis, la atención se centra en cómo afectará esto a la percepción pública y a la seguridad. En el último semestre, la pequeña flota de pruebas de la compañía ha estado involucrada en varios incidentes, generando preocupación entre las autoridades.
Desde junio, se han registrado al menos siete accidentes, aunque los detalles son escasos debido a la política de confidencialidad de Tesla sobre sus informes ante la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA).
Reacciones y expectativas
El video de un Tesla Model Y sin ocupantes circulando por las calles de Austin se volvió viral, lo que llevó a Musk a confirmar que la compañía estaba realizando pruebas sin pasajeros.
Las expectativas sobre cuándo comenzará Tesla a ofrecer viajes a los clientes sin un conductor de seguridad siguen siendo inciertas. En una publicación en su red social, Musk insinuó que el proceso sería gradual, afirmando: “Lentamente, luego todo de golpe”.
La competencia en el sector de robotaxis
Elon Musk ha expresado confianza en que Tesla desarrollará su propia flota de robotaxis, afirmando que para finales de este año, la compañía podría cubrir aproximadamente la mitad de la población de los Estados Unidos.
Sin embargo, este ambicioso objetivo ha sido ajustado, y Musk ahora sugiere que la flota en Austin podría crecer a alrededor de 60 vehículos.
El panorama del transporte autónomo está en constante evolución, y Tesla no es la única empresa que busca innovar en este sector. Waymo, por ejemplo, ha establecido una sólida reputación en seguridad, logrando recorrer cerca de 580,000 kilómetros sin incidentes, una ventaja considerable en comparación con los 80,500 kilómetros que los robotaxis de Tesla pueden alcanzar antes de un accidente. No obstante, Tesla se destaca en términos de costos, ofreciendo tarifas más bajas por milla recorrida.
Desafíos regulatorios y futuros desarrollos
A diferencia de California, donde Tesla debe navegar por complejas regulaciones para obtener permisos para operar sin conductor, Texas ha optado por un enfoque más flexible. Esto permite a Tesla avanzar más rápidamente con sus pruebas. Sin embargo, el desafío de garantizar la seguridad sigue siendo primordial, especialmente después de que las autoridades comenzaran una investigación sobre las infracciones cometidas por sus vehículos en Austin.
Con la mirada puesta en el futuro, Tesla ha mantenido la promesa de que todos sus vehículos están equipados con el hardware necesario para volverse autónomos. Sin embargo, el progreso en este sentido ha sido inconsistente, y muchos vehículos en circulación requerirán actualizaciones, lo que plantea interrogantes sobre la viabilidad de las aspiraciones de Musk.
En definitiva, Tesla está dando pasos significativos en el ámbito de la movilidad autónoma, pero el camino hacia la plena autonomía está lleno de obstáculos tanto técnicos como regulatorios. A medida que la empresa continúa sus pruebas en Austin y más allá, el mundo observa atentamente, preguntándose si realmente logrará revolucionar el transporte tal como lo prometió.
