La popularidad de TikTok entre los usuarios estadounidenses ha estado marcada por un trasfondo de incertidumbre legal y política. Desde que el ex presidente Donald Trump propuso la prohibición de la aplicación, los usuarios han estado en un constante estado de alerta. Inicialmente, se había programado una prohibición para el 16 de diciembre de 2025, pero recientes desarrollos han cambiado esta fecha, otorgando a la plataforma un respiro hasta el 23 de enero de 2026.
Esta extensión ha sido el resultado de múltiples órdenes ejecutivas emitidas durante el mandato de Trump, que han retrasado la fecha límite para la venta de TikTok, propiedad de la empresa china ByteDance. A pesar de la presión política, las negociaciones para una posible venta aún no han culminado en un acuerdo definitivo.
Las complejidades del proceso de venta
Desde que se planteó la idea de que TikTok debería ser vendido a una empresa estadounidense, el proceso ha enfrentado numerosos obstáculos.
La Protecting Americans from Foreign Adversary Controlled Applications Act, que exige que la plataforma sea controlada por una entidad nacional, ha sido un factor crucial en este proceso. A pesar de que se han hecho intentos de alcanzar un acuerdo, las conversaciones han estado plagadas de desacuerdos.
Valoración de TikTok y la posición de ByteDance
Los analistas han estimado que las operaciones de TikTok en EE.
UU. podrían valer cerca de 50 mil millones de dólares, sin embargo, se ha propuesto un precio de venta de 14 mil millones de dólares. Este número se considera bajo en comparación con el valor total de ByteDance, que se estima en 330 mil millones de dólares. La relación entre los Estados Unidos y China ha complicado aún más la situación, ya que las autoridades chinas han expresado su oposición a la venta, considerando que el acuerdo podría ser una forma de presión política.
Implicaciones de seguridad nacional
Uno de los principales argumentos para la venta de TikTok ha sido la preocupación por la seguridad nacional. Existen temores de que los datos de los usuarios estadounidenses estén en riesgo de ser compartidos con el gobierno chino, algo que TikTok ha negado en repetidas ocasiones. Sin embargo, el contexto de las leyes de seguridad nacional chinas ha alimentado estas preocupaciones, lo que ha llevado a los legisladores estadounidenses a actuar.
Reacciones políticas y sociales
La situación se ha vuelto aún más complicada a medida que los funcionarios estadounidenses han expresado su preocupación por el uso potencial de TikTok para manipular la opinión pública. Políticos como el senador Marco Rubio han argumentado que la aplicación debería ser prohibida por su supuesta tendencia a favorecer narrativas antiestadounidenses. Esto ha generado un debate más amplio sobre la influencia de las plataformas de redes sociales y su papel en la política.
El futuro de TikTok en Estados Unidos
A medida que nos acercamos a la nueva fecha límite del 23 de enero de 2026, la incertidumbre sigue siendo la norma para TikTok. La posibilidad de que la aplicación sea finalmente prohibida o vendida sigue siendo un tema candente en los círculos políticos y tecnológicos. Sin embargo, con la falta de un acuerdo firme y la resistencia de las partes involucradas, el destino de TikTok en Estados Unidos permanece en el aire.
En resumen, la saga de TikTok refleja la complejidad de las relaciones entre Estados Unidos y China, así como los desafíos que las aplicaciones de redes sociales enfrentan en un entorno cada vez más regulado. A medida que el tiempo avanza, los usuarios y las empresas continúan observando de cerca, esperando que se resuelva esta situación crítica.

