El Fondo de Innovación de la OTAN (NIF) ha dado un paso importante en su evolución, con la entrada de nuevos socios y la salida de uno de sus fundadores. ¿Qué significa esto para el futuro del fondo? Hace dos años, logró asegurar un financiamiento de $1 mil millones de más de 20 países, pero ahora enfrenta nuevos desafíos en su gestión. En un contexto donde el gasto militar entre los miembros de la OTAN ha aumentado, la inversión en tecnología de uso dual ha cobrado un protagonismo especial, representando ya el 10% de toda la financiación de capital de riesgo en Europa.
Nuevos líderes y reestructuración del equipo de inversión
A pesar del creciente interés en el NIF, el fondo ha tenido que lidiar con algunas dificultades administrativas que han llevado a la salida de varias figuras clave. Desde la cumbre de la OTAN de 2025 en La Haya, el NIF está reestructurándose con un equipo de inversión casi completamente renovado, ahora compuesto por tres socios. Anteriormente, contaba con cuatro socios y un socio gerente. Según fuentes cercanas, este nuevo modelo se mantendrá en el corto plazo, lo que implica que no se esperan más contrataciones en el futuro próximo.
Entre los nuevos socios destacan Ulrich Quay y Sander Verbrugge, quienes estarán trabajando desde Ámsterdam. Quay, de nacionalidad alemana, fue vicepresidente de inversiones corporativas en BMW, mientras que Verbrugge, con un doctorado en biofísica molecular, fue socio en el fondo de capital de riesgo Innovation Industries. El tercer socio, Patrick Schneider-Sikorsky, es el único que permanece del equipo original de inversión. ¿Qué aportarán estos nuevos líderes al fondo?
Desafíos y oportunidades en el panorama de inversiones
La reciente salida de Kelly Chen, quien también formó parte del equipo fundador, ha generado algunas inquietudes sobre la dirección futura del fondo. Chen continuará involucrada con varias startups respaldadas por el NIF, aunque ahora se enfocará en desarrollar un nuevo proyecto. Este cambio de liderazgo se presenta en un momento crucial, ya que muchos observadores consideran que el NIF debería haber desplegado capital más rápidamente. A pesar de esto, la administración del fondo asegura que está en camino de alcanzar sus metas de inversión para este año.
Desde su creación, el NIF ha realizado 19 inversiones, incluyendo siete en fondos como OTB Ventures y 12 en startups enfocadas en tecnología de uso dual, como Space Forge y Tekever. La llegada de nuevos socios con experiencia tanto en la industria como en la ciencia se ve como un paso positivo. Sin embargo, algunos críticos lamentan que el fondo no esté invirtiendo directamente en iniciativas de defensa, especialmente en respuesta a la situación de Ucrania. ¿Es momento de cambiar esa estrategia?
El futuro del Fondo de Innovación de la OTAN
El NIF también ha intensificado sus esfuerzos en el ámbito de la defensa, participando en el desarrollo del Plan de Acción de Adopción Rápida de la OTAN, diseñado para acelerar la integración de nuevas tecnologías en el sector. El equipo está trabajando en la creación de un grupo de plataformas de misión, incorporando contrataciones estratégicas como John Ridge, quien asumió el cargo de director de adopción en 2024, para ayudar a las startups a navegar por el complicado proceso de adquisición militar.
Los nuevos socios fueron seleccionados a través de un proceso que, como dice el inversionista Michael Jackson, se asemeja a “formar una boy band”, donde el consejo de dirección del NIF identificó a los candidatos y los LPs dieron su aprobación. Este enfoque puede ser necesario debido a la expansión del fondo a 24 países como socios limitados, aunque algunos han señalado que esta estrategia podría haber contribuido a la falta de cohesión en el equipo anterior. ¿Logrará el NIF encontrar el equilibrio ideal para avanzar con éxito?
