Introducción a la amenaza de aranceles
En una publicación matutina en Truth Social, el presidente Donald Trump lanzó una advertencia sobre la posibilidad de imponer un arancel del 25% a los iPhones si Tim Cook, CEO de Apple, no trasladaba la fabricación a los Estados Unidos. Sin embargo, la situación es más compleja de lo que parece. Más tarde, Trump aclaró que este arancel se aplicaría a cualquier empresa que venda teléfonos fabricados en el extranjero en el país, no solo a Apple.
Detalles sobre el arancel propuesto
Según informes de Bloomberg, el nuevo arancel podría entrar en vigor a finales de junio. Trump también mencionó a Samsung, la segunda marca de smartphones más popular en el mercado estadounidense, lo que sugiere que su enfoque es más amplio de lo que inicialmente se pensaba. Esta estrategia tiene más sentido, ya que era incierto cómo la administración Trump planeaba imponer aranceles a los productos de una sola compañía.
Impacto en el mercado y en las empresas
Este no es el primer caso en que Trump ha amenazado con aranceles a una empresa específica; anteriormente, también apuntó a la fabricante de juguetes Mattel. Según Milan Miric, profesor asociado de Ciencias de Datos y Operaciones en la Universidad del Sur de California, Apple es particularmente vulnerable a estos aranceles debido a su dependencia de las ventas de hardware. A diferencia de competidores como Google y Microsoft, que son principalmente empresas de servicios, Apple basa gran parte de su negocio en la venta de productos físicos.
Posibles negociaciones y el futuro de la fabricación en EE. UU.
Miric sugiere que esta amenaza podría ser un preludio a un acuerdo comercial con Apple, similar a los que Trump ha negociado con otros gobiernos. Podría darse un escenario en el que grandes empresas estadounidenses lleguen a un compromiso con el gobierno, donde algunos de sus productos más populares obtengan excepciones, mientras que los aranceles se aplican de manera más amplia a las empresas extranjeras. A principios de este año, Apple prometió invertir $500 mil millones en EE. UU. durante los próximos cuatro años y construir una nueva fábrica en Texas, aunque es poco probable que la fabricación del iPhone regrese al país.
Reacciones del mercado y conclusiones
La posibilidad de nuevos aranceles ha generado preocupación en Wall Street, donde las acciones de Samsung y Apple cayeron tras los comentarios del presidente. Aunque los aranceles podrían implementarse pronto, la política arancelaria de Trump ha mostrado algunas sorpresas en el pasado. La incertidumbre sobre el futuro de la fabricación de smartphones en EE. UU. y el impacto de estas medidas en el mercado global continúan siendo temas de gran interés.