En un movimiento que podría transformar la regulación de la inteligencia artificial en Estados Unidos, el presidente Donald Trump está considerando firmar un orden ejecutivo que desafía las iniciativas estatales que buscan regular la IA. Fuentes cercanas a la administración indican que este orden podría ser firmado en un futuro cercano, posiblemente esta misma semana.
El borrador del orden, titulado Eliminando la Obstrucción de las Leyes Estatales a la Política Nacional de IA, instruye al fiscal general de EE.
UU., Pam Bondi, a establecer un Grupo de Trabajo sobre Litigios de IA. Este grupo se encargaría de presentar demandas contra los estados que implementen regulaciones sobre IA, alegando que estas leyes infringen las disposiciones federales relacionadas con la libertad de expresión y el comercio interestatal.
Desafíos a las regulaciones estatales
El orden propuesto menciona específicamente las leyes recientemente adoptadas en California y Colorado, que requieren que los desarrolladores de IA publiquen informes de transparencia sobre sus modelos.
Estas regulaciones han generado oposición de diversas asociaciones tecnológicas, que argumentan que crean un mosaico regulatorio que obstaculiza la innovación y el desarrollo en el sector. Grupos como Chamber of Progress, respaldados por grandes nombres de la industria como Andreessen Horowitz y OpenAI, presionan por leyes federales más flexibles que ofrezcan una guía clara para el avance de la IA.
Cody Venzke, abogado senior de la Unión Americana de Libertades Civiles, expresó su preocupación sobre este enfoque, afirmando que “si el presidente quiere ganar la carrera de la IA, el pueblo estadounidense debe saber que la IA es segura y confiable.
Este borrador solo socava esa confianza”.
Reacciones en Silicon Valley
La presión desde Silicon Valley sobre los defensores de la regulación estatal ha aumentado considerablemente. Recientemente, un super PAC financiado por figuras destacadas del sector tecnológico lanzó una campaña contra Alex Bores, un miembro de la Asamblea de Nueva York que aboga por un proyecto de ley de seguridad para la IA. Además, los republicanos en la Cámara han reavivado sus esfuerzos para implementar una moratoria general sobre las leyes estatales que regulen la IA, tras el fracaso de una propuesta anterior.
Implicaciones del orden y la lucha por el control
Este borrador de orden otorga a la Casa Blanca la autoridad para desafiar las leyes estatales que podrían violar la Cláusula de Comercio de la Constitución, que otorga al Congreso el poder de regular el comercio entre los estados. Un alto funcionario de política de IA de Andreessen Horowitz publicó una carta en septiembre en la que argumentaba que varias leyes estatales de IA plantean preocupaciones bajo dicha cláusula.
Además, el orden instruye al Departamento de Comercio a elaborar directrices que podrían hacer que ciertos estados sean inelegibles para recibir fondos destinados a expandir el acceso a internet de alta velocidad, un programa con un presupuesto de más de 42 mil millones de dólares. También se solicita a los asesores de IA de la Casa Blanca que redacten legislación para establecer un marco regulatorio federal sobre la IA.
Preocupaciones sobre la libertad de expresión
Venzke también comentó que “tanto la ley como la Constitución impiden que el presidente adjunte unilateralmente condiciones a los fondos federales, especialmente cuando las apuestas son tan altas”. Este contexto se vuelve aún más relevante después de que Trump, a través de su cuenta de Truth Social, criticara lo que considera una sobrerregulación de la IA, acusando a ciertos estados de incorporar “ideología DEI” en los modelos de IA, creando así lo que él llama IA Woke.
El borrador del orden busca abordar estas acusaciones, instando a la Comisión Federal de Comercio a declarar que los estados no pueden promulgar leyes que manipulen los resultados de la IA. “Para triunfar, las empresas de IA estadounidenses deben poder innovar sin regulaciones engorrosas. Sin embargo, las legislaturas estatales han introducido más de 1,000 proyectos de ley de IA que amenazan con minar esa cultura de innovación”, se detalla en el borrador.

