En el ámbito de la robótica, se ha dado un avance significativo con la presentación del sistema X1. Esta innovadora arquitectura robótica combina un robot humanoide con un dron que puede despegar desde su espalda, ofreciendo un enfoque unificado para abordar desafíos complejos en situaciones de emergencia. Desarrollado a través de una colaboración de tres años entre el Instituto Tecnológico de California (Caltech) y el Instituto de Innovación Tecnológica (TII) de Abu Dhabi, este sistema multimodal ejemplifica los resultados extraordinarios que pueden surgir al unir la experiencia global en campos como los sistemas autónomos, la inteligencia artificial y la robótica.
Según Aaron Ames, figura clave en el proyecto y director del Centro de Sistemas y Tecnologías Autónomas de Caltech, el objetivo no es solo contar con robots que realicen tareas individuales como volar, caminar o conducir. En cambio, se busca crear una unidad cohesiva que aproveche las fortalezas de cada estilo de locomoción, superando sus limitaciones inherentes. Esta visión ha culminado en el sistema X1, un pionero en el campo.
Los hechos
Recientemente, las capacidades del sistema X1 fueron puestas a prueba durante una demostración en el campus de Caltech. El escenario simulaba una situación urgente que requería el despliegue rápido de agentes autónomos. Para esta prueba, el equipo adaptó un robot humanoide comercial, el Unitree G1, para cargar el robot M4, un dispositivo innovador que combina capacidades de vuelo y conducción, como una mochila.
Durante la demostración, el robot humanoide comenzó su recorrido desde el Laboratorio Gates–Thomas, atravesando la Biblioteca Sherman Fairchild antes de alcanzar una zona elevada para desplegar el M4. En un movimiento coordinado, el humanoide se inclinó, permitiendo que el M4 despegara. Tras aterrizar exitosamente, el M4 cambió a su modo de conducción, navegando eficazmente hacia su destino.
Superando obstáculos
No obstante, el trayecto no estuvo exento de dificultades. En su ruta, el M4 se encontró con el Estanque de Tortugas, lo que obligó a un rápido cambio de vuelta a modo dron para sortear el obstáculo. Esta transición fluida mostró la versatilidad del sistema mientras continuaba hacia el sitio de emergencia designado cerca del Caltech Hall. Finalmente, el robot humanoide se reunió con el M4 y una segunda unidad M4 para responder eficazmente a la emergencia simulada.
Según Mory Gharib, director fundador de CAST, el principal desafío radica en permitir que diferentes entidades robóticas funcionen de manera armoniosa como una unidad única, cada una aportando capacidades únicas. Los esfuerzos colaborativos han dado lugar a un sistema que ejemplifica esta integración, allanando el camino para futuros avances.
Colaboración e innovación
El robot M4, desarrollado inicialmente por el equipo de Gharib, está a la vanguardia de la integración de capacidades de vuelo y conducción junto con sistemas de control complejos. Por su parte, el grupo de Ames se especializa en locomoción humanoide, perfeccionando los algoritmos que regulan las operaciones seguras. TII complementa esto con un amplio conocimiento en autonomía y tecnologías sensoriales para entornos urbanos. Esta rica colaboración también incluye contribuciones de un equipo de la Universidad Northeastern, liderado por el ingeniero Alireza Ramezani, quien se enfoca en el diseño de robots morfables.
Ramezani destacó la atmósfera sinérgica que surgió de la asociación, donde diversos investigadores abordaron desafíos complejos en áreas como percepción, fusión de sensores y diseño de hardware. Un momento clave ocurrió cuando ingenieros de TII visitaron Caltech, lo que llevó a la creación de un modelo M4 mejorado que incorpora la tecnología de control de vuelo seguro de TII.
Desarrollos futuros en autonomía
De cara al futuro, la colaboración tiene como objetivo equipar todo el sistema X1 con sensores avanzados y algoritmos que aprovechan el aprendizaje automático para una conciencia situacional en tiempo real. Como explicó Claudio Tortorici, director de TII, esto implica integrar diversos sensores, incluyendo lidar, cámaras y medidores de distancia, para mejorar la comprensión del robot sobre su entorno.
Además, Ames enfatiza que la demostración reveló más que una movilidad básica; la capacidad del robot humanoide para aprender y adaptarse es crucial. Los diseños humanoides actuales a menudo dependen de datos de movimientos humanos para replicar acciones, pero Ames aboga por un método donde los robots generen sus movimientos basándose en principios físicos, lo que les permite navegar eficazmente por diversos terrenos y obstáculos.
Según Aaron Ames, figura clave en el proyecto y director del Centro de Sistemas y Tecnologías Autónomas de Caltech, el objetivo no es solo contar con robots que realicen tareas individuales como volar, caminar o conducir. En cambio, se busca crear una unidad cohesiva que aproveche las fortalezas de cada estilo de locomoción, superando sus limitaciones inherentes. Esta visión ha culminado en el sistema X1, un pionero en el campo.0
Según Aaron Ames, figura clave en el proyecto y director del Centro de Sistemas y Tecnologías Autónomas de Caltech, el objetivo no es solo contar con robots que realicen tareas individuales como volar, caminar o conducir. En cambio, se busca crear una unidad cohesiva que aproveche las fortalezas de cada estilo de locomoción, superando sus limitaciones inherentes. Esta visión ha culminado en el sistema X1, un pionero en el campo.1